La justicia de Baréin confirma sentencias de cadena perpetua a varios líderes opositores
- Las pruebas se consiguieron bajo tortura, según denuncia una comisión
- Entre ellos se encuentra el activista Abdulhadi Jawaya
Un tribunal de apelaciones bareiní ha confirmado las sentencias de cárcel contra 20 líderes de la oposición, entre ellos Abdulhadi Jawaya, acusados de intentar derrocar al régimen, según ha informado a la agencia Efe uno de los abogados defensores.
El fallo de la corte civil, que se ha emitido en medio de estrictas medidas de seguridad, da su visto bueno a las sentencias dispuestas el año pasado por un tribunal militar, entre las que hay siete cadenas perpetuas, una de ellas contra Jawaya, y seis con penas de entre cinco y quince años de cárcel.
La corte también ha confirmado los fallos contra otros siete opositores, juzgados en rebeldía, y que habían sido sentenciados a cadena perpetua.
Los condenados -entre los que hay clérigos chiíes, políticos y activistas por internet- han sido procesados por los cargos de intentar derrocar e incitar el odio contra el régimen, y de conspirar con países extranjeros, entre otros.
De hecho, un funcionario de la fiscalía bareiní ha declarado que algunos de los opositores condenados tenían contactos de inteligencia con Irán y su aliado libanés, Hizbuláh.
"Para nosotros ha quedado claro en este veredicto que algunos de los acusados tenían relaciones y es esforzaban por mantener contactos con una organización extranjera, que es Hizbuláh y que trabaja en interés de Irán", ha afirmado Wael Boulai en una rueda de prensa.
La oposición promete revolución
Uno de los opositores, Abas al Omran, huido de la Justicia, ha afirmado en su cuenta de twitter que "un día tras otro, la banda criminal de (rey Hamad bin Isa) Al Jalifa demuestra que los lemas 'abajo, Hamad' y 'el pueblo quiere el derrocamiento del régimen' son la única cura para el sufrimiento de los bareiníes. La revolución continúa". Al Omran ha acusado, además, a EE.UU. y al Reino Unido de apoyar a la monarquía bareiní para aplastar a los manifestantes que piden reformas.
Una comisión independiente establecida por el Gobierno de Manama había recomendado la anulación de las condenas después de hallar pruebas de que algunos acusados habían confesado bajo tortura y no habían tenido acceso completo a sus abogados.
El juicio ante la corte de apelaciones se retrasó en mayo pasado después de que el propio Jawaya, en aquel momento en huelga de hambre, y el activista Abdulwahab Husain comparecieran ante los jueces en silla de ruedas por su extrema debilidad.
La familia Al Jawaya estuvo durante 12 años en el exilio y regresó a Baréin en 1999. Desde entonces, el activista ha sido detenido en numerosas ocasiones acusado de intentar derrocar al régimen.
Otro foco de la primavera árabe
Este pequeño reino de mayoría chií es escenario desde hace más de un año de continuas protestas populares para pedir reformas políticas que han sido reprimidas por la fuerza por la monarquía suní gobernante.
Desde el inicio de las protestas en febrero de 2011, cerca de 90 personas han muerto en el país, según datos de la oposición. En marzo, tropas del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en su mayoría de Arabia Saudí, entraron en el país para ayudar a acabar con las protestas.
Desde entonces, la oposición y asociaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado violaciones y abusos contra la población chií, incluyendo torturas y detenciones arbitrarias.