La monumental Moises y Aaron de Schönberg inaugura la nueva temporada del Teatro Real
- Sylvain Cambrelling dirige esta ópera en version de concierto
- 230 músicos orquesta de la radio de Baden Baden y EuropaChorAkademie
- Dos únicas funciones, este viernes y domingo
- La función del domingo 9 sera retransmitida por Radio Clásica-RNE
"Todo artista debería confrontarse a Moses und Aron de Schönberg, aunque sea una vez en su vida...y el público melómana también", ha afirmado con contundencia, este jueves en la presentación de esta ópera en el Teatro Real , el director de orquesta francés Sylvain Cambrelling. El se pone este viernes y domingo, al frente de 230 músicos que ha calificado de "expertos" en esta ópera compleja tanto para la orquesta como para el coro.
Son 10 solistas, 110 miembros de EuropaChorAkademie -coro que lleva dos año trabajando esta producción que se estrenó el 2 de septiembre en Berlín, y SWR Sinfonieorchester de Baden Baden. Una orquesta, que como ha recordado en el mismo actor, Gerard Mortier, director artístico del Teatro Real, no cobra por sus actuaciones; las realiza como parte de un "servicio público".
Eso explica la austeridad de esta producción (en versión de concierto) cuyo coste está en torno a los 400.000 euros. Hace algunos años, recordaba Mortier, costó 3 millones de euros ofrecerla en Salzburgo. A ello hay que añadir el patrocinio de una marca de soluciones integradas del agua -que ahorrará mucho dinero al erario público- y en el caso de esta primera ópera, la colaboración altruista y sin aparente ánimo de publicidad de la comunidad judía de Madrid,
Y Moises und Aron (estrenada en 1954), con la que el Teatro Real celebra el 15 aniversario de su reapertura (en 1997), es también la primera entrega de una temporada que, como desde el comienzo de la gestión de Mortier, sigue teniendo como guía descubrir las grandes óperas del siglo XX. "Estamos en el siglo XXI, es hora ya de que conozcamos como sonaba el XX", comentaba hoy Mortier, tras la rueda de prensa).
También cuidar también el repertorio contemporáneo, el actual. En esta línea, la temporada ofrecerá la creación mundial de "The perfect american", ópera de Philip Glass sobre la figura de Walt Disney, que sin duda será una de las propuestas más mediática de la temporada.
Tampoco olvidará a Mozart, tan querido por Mortier, de modo que la otra "estrella" de la nueva temporada -tres productores se han interesado ya por los derechos para grabarla en DVD- será "Così fan tutte", la segunda ópera que dirigirá escénicamente el realizador de cine alemán Michael Haneke.
Compleja, dodecafónica y ¿para todos los públicos?
Moses und Aron narra la huida del pueblo hebreo de Egipto y en ella Schönberg, de origen judío, plasmó aspectos de su búsqueda espiritual que le llevó del agosticismo a una profunda fe religiosa. Profesó el protestantismo y tras la persecución antisemita en Alemania -de la que fue víctima- abrazó el judaísmo.
A pesar del dodecafonismo empleado, Mortier considera que hoy en día, "a todo el mundo le puede gustar Moses und Aron".
Sin llegar tan lejos, Cambrelling, que ha señalado que nunca encontró una versión escénica que le convenciera, ha destacado las "ventajas" de ofrecerla en una versión de concierto. Permite en primer lugar, "utilizar la orquesta completa que no cabría en el foso si la versión fuera escenificada".
Y esa amplia orquesta da la posibilidad a su vez de apreciar la "complejidad técnica " de una partitura que explota el tratamiento de las 12 notas y un contrapunto que puede relacionarse con El arte de la fuga de J.S Bach.
"Transparencia, poesía y vitalidad"
El director musical ha recordado también que la obra es muy exigente vocalmente para solistas y coro.
Ha explicado que EuropaChorAkademie, una formación variable (adapta su número a las producciones), incluye a muchos jóvenes cantantes españoles y que tiene "todo para seducir" con la ópera de Schönberg. Un coro que da voz al pueblo pero también a Dios, en una ópera cuyo núcleo "gira en torno a la capacidad de comunicar lo divino".
Dos son los personajes principales. Moises,que dice la melodía sin cantar y Aron, que por el contrario, canta empleando todos los registros que al tenor llegaron a otorgarle compositores como Wagner, Verdi o Rossini. Austeridad frente a sensualidad. El último, Aaron, es quien transmite el mensaje de Moises y seduce al pueblo.
El barítono Franz Grundheber encarna a Moisés, mientras que el tenor Andreas Conrad presta su voz a Aaron.
En definitiva, y para convencer a quienes puedan dudar sobre el interés de la obra, Cambrelling ha resumido así su contenido: "Paleta completa de colores en la orquesta, transparencia, poesía y vitalidad".