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En libertad la niña paquistaní cristiana acusada de quemar textos coránicos

  • Ha salido de la cárcel en la que llevaba presa tres semanas
  • Ahora se encuentra con su familia en paradero desconocido

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La niña cristiana paquistaní Rimsha Masih, acusada de quemar textos coránicos, ha sido puesta este sábado en libertad y ha salido de la cárcel de la ciudad de Rawalpindi en la que estaba presa desde hace tres semanas.

Rimsha, cuya libertad bajo fianza dictó este viernes un tribunal de Islamabad, ha sido escoltada a su salida por un gran número de agentes, según ha informado una fuente cercana al caso.

Peter Jakob, responsable de la Comisión Nacional de Justicia y Paz del arzobispado de Lahore, ha confirmado que la menor ha sido excarcelada y "se encuentra protegida junto a su familia en un paradero conocido por las fuerzas de seguridad".

Un tribunal de Islamabad ordenó este viernes, la libertad bajo fianza de unos 10.500 dólares de la niña, que tiene cerca de 12 años pero una edad mental de unos siete años, según un informe médico realizado por una comisión oficial.

La fianza fue dictada tras el enorme revuelo que ha supuesto el caso de Rimsha, tanto por su edad y discapacidad psíquica como por el hecho de que hubo un intento de falsear las pruebas en su contra.

El imán de una mezquita del suburbio de Mehrabadi, donde vivía Rimsha, fue encarcelado el pasado domingo tras ser acusado por uno de sus asistentes de poner hojas arrancadas del Corán en la bolsa que contenía las cenizas de lo supuestamente quemado por la menor.

El letrado de la niña y los diversos grupos que le han expresado su apoyo han manifestado reiteradamente que la primera prioridad ahora es la protección de Rimsha y de su familia, ya que muchos acusados de blasfemia sufren ataques de integristas radicales.

El caso de la menor ha provocado críticas de organizaciones de derechos humanos tanto dentro como fuera de Pakistán, y ha atraído la mirada de varios gobiernos occidentales.

La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Victoria Nuland, declaró poco después de la detención de Rimsha que lo sucedido es "muy inquietante" y pidió a Pakistán que proteja "no solo a las minorías religiosas, sino también a sus mujeres y niñas".