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Hungría detiene a un antiguo alto cargo comunista por la represión de 1956

  • Es la primera vez que se inicia un proceso contra un líder de esta matanza
  • Bela Biszku, de 90 años, es sospechoso de participar en crímenes de guerra
  • Podría enfrentarse a la cadena perpetua si es declarado culpable

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Biszku, detenido en Hungría
Béla Biszku, antiguo dirigente comunista, abandona el tribunal central de distrito de Buda en Budapest.

Hungría ha detenido este lunes a un antiguo dirigente del Partido Comunista por su participación en la represión sangrienta en el levantamiento antisoviético de 1956. Es la primera vez que tiene lugar un proceso judicial contra los líderes húngaros que estaban sujetos a las decisiones de Moscú.

Más de dos décadas después de la caida del comunismo, la persecución a Bela Biszku, de 90 años, ha sido detenido como sospechoso de participar en crímenes de guerra, al haber supervisado directamente el Consejo Militar que ordenó disparar a los civiles durante las protestas de Budapest y Salgotarjan, al este del país, en noviembre y diciembre de 1956.

Un elevado número de civiles fueron asesinados en el aplastamiento de la revuelta, que fue encabezada por Imre Nagy, primer ministro, que fue ejecutado por traición al establecer un Gobierno que desafiaba a las autoridades rusas.

La Fiscalía ha asegurado que en Salgotarjan, 46 personas fueron asesinatdas por las Fuerzas Armadas de Hungría y Rusia.

"Este lunes, se ha detenido al sospechoso Bisku Bela, uno de los principales artífices y responsables de las represalias que siguieron a la revolución de 1956 y la insurrección", ha dicho Tibor Ibolya, fiscal jefe de Budapest, en rueda de prensa.

Biszku ha negado las acusaciones. Si finalmente es culpable, podría enfrentarse a una sentencia de cadena perpetua. Este líder del Partido Comunista fue conocido en 2010, en una película documental que mostró su papel en la represión de la sublevación.