La forense del caso Bolinaga estudia ya los nuevos datos clínicos para emitir otro informe

• El informe estará redactado "lo antes posible", dicen fuentes judiciales
• Había pedido nuevos datos al hospital de San Sebastián
• La forense ha ratificado en la Audiencia Nacional las conclusiones de su informe

La médico forense Carmen Baena ya dispone de los últimos datos del historial médico del preso etarra enfermo de cáncer Josu Uribetxebarria Bolinaga remitido por el Hospital Donostia, por lo que redactará "lo antes posible" un nuevo informe en el que evaluará si la vida del recluso corre riesgo patente.

Así lo han confirmado a Efe fuentes jurídicas, que han indicado que el "extenso" documento enviado esta tarde a la forense de la Audiencia Nacional detalla la situación clínica de Uribetxebarria, tal y como ha solicitado la médico este martes.

En su escrito la forense ha ratificado en la Audiencia Nacional las conclusiones de su informe en el que consideró que la vida del preso no corría riesgo patente, aunque ha pedido nuevos datos al hospital de San Sebastián al considerar que el informe de este centro del 22 de agosto y que fijaba para Uribetxebarria una esperanza de vida de nueve mese no es completo ni se sostiene.

Evaluación sobre el preso

Con los nuevos datos médicos remitidos esta tarde, la forense redactará su evaluación sobre el preso y se la entregará a la sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, integrada por cinco magistrados, encargada de estudiar el recurso de apelación de la Fiscalía contra la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria José Luis Castro de autorizar la excarcelación del etarra.

Según las mismas fuentes, el informe estará redactado "lo antes posible".

Precisamente, la sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia se reunirá a partir de las cinco de la tarde para deliberar sobre el recurso del fiscal coordinador de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, Pedro Rubira, que pide que se revoque la libertad condicional de Uribetxebarria.

En su recurso Rubira se basa, entre otras cosas, en el primer informe de la forense sobre el estado de salud del preso, que consideró que el etarra puede ser tratado por los servicios penitenciarios hospitalarios de la prisión de Zaballa (Álava) y no es necesario que esté ingresado en un hospital.