El MEDE: ¿qué es y cómo funciona el fondo permanente de rescate europeo?
- Su potencia de fuego efectiva es de 500.000 millones de euros
- Tiene categoría de acreedor preferente, es decir, cobra antes que nadie
El espaldarazo que ha dado el Tribunal Constitucional alemán al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y al pacto fiscal de la Unión Europea ha supuesto un alivio para el Gobierno alemán, que podrá ratificarlo, y para el resto de países de la zona del euro, que ven cómo se abre la puerta para recibir ayuda.
El tribunal ha avalado la ratificación por Alemania del MEDE, aunque con la condición de que se den las garantías constitucionales precisas de que no se superará el techo previsto para la aportación alemana más los avales -190.000 millones de euros- sin pasar por una nueva votación del Parlamento.
Los ocho jueces togados del Constitucional han rechazado así los distintos recursos presentados por iniciativas ciudadanas y de diputados euroescépticos que consideran que el MEDE socava la soberanía parlamentaria.
El MEDE es un fondo económico destinado a ayudar a los Estados de la zona del euro con problemas de deuda soberana, creado el 11 de julio de 2011 por los ministros de Finanzas de la moneda única.
Los estados del euro decidieron en otoño de 2010 la creación de este fondo de rescate permanente, que asistiría a países con dificultades de financiación a partir del 1 de julio de 2012 (un año antes de lo inicialmente previsto), para sustituir y coexistir con el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), medida transitoria adoptada en mayo de 2010 para evitar el contagio de la crisis griega.
Potencia de fuego de 500.000 millones
El mecanismo, similar a un Fondo Monetario Internacional a la europea, puede efectuar préstamos a los países en crisis a condición de que se cumplan ciertos requisitos económicos, sin perder la máxima nota de las agencias de calificación.
El MEDE tendrá, junto al FEEF, un capital suscrito de 700.000 millones de euros (500.000 millones en un principio), 80.000 millones de los cuales se lograrán mediante aportaciones directas de capital por parte de los Estados del euro y los 620.000 millones restantes se aportarán como capital "movilizable" (no efectivo sino pendiente de las cuotas de los países) y garantías. De estos 700.000 millones de euros, 200.000 ya están comprometidos para los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda.
Los mayores contribuyentes del fondo serán Alemania (casi 190.000 millones de euros), Francia (142.700 millones) e Italia (125.400 millones). España tendría que aportar 9.523 millones como capital desembolsado (la mitad en 2013) y otros 73.804 millones como capital "movilizable" y garantías, hasta sumar 83.328 millones de euros.
El fondo también podrá comprar bonos soberanos en el mercado primario para aliviar la presión sobre los países con problemas, aunque esta medida siempre estará sujeta a un programa con estrictas condiciones para el país beneficiario. También articulará la aportación de los inversores privados en los futuros rescates, una participación que se articulará caso por caso en función de un examen sobre la viabilidad de la deuda del país en cuestión.
Categoría de acreedor preferente
Los créditos que conceda este mecanismo están en segundo lugar de preferencia de cobro, solo por detrás de los del FMI. Esto significa que si los países tuviesen dificultades para pagar sus deudas, los préstamos del MEDE deberían pagarse antes que cualquier otro. Solo ha habido una excepción en el que esto no se cumple y es en el rescate de la banca española para el cual el fondo de rescate permanente no tiene categoría de acreedor preferente, sino que todos tienen el mismo derecho de cobro.
El MEDE, cuya sede será previsiblemente Luxemburgo, entrará oficialmente en vigor tras una enmienda del tratado sobre el funcionamiento de la Unión Europea (UE) y la ratificación de los países miembros.
Durante la cumbre del Consejo Europeo celebrada en Bruselas en diciembre de 2011 España se quedó sin capacidad para bloquear este mecanismo como tiene Alemania, Francia o Italia.
El 23 de enero de 2011 los ministros de Finanzas de la UE acordaron que la concesión de asistencia financiera en el marco de nuevos programas bajo el MEDE se condicionará, a partir del 1 de marzo de 2013, a la ratificación de la Unión Económica y Monetaria (SCG).
En lo que se refiere a la adopción de decisiones, se modificaron las normas de votación del MEDE de modo que incluya un procedimiento de urgencia. La regla de mutuo acuerdo quedará sustituida por una mayoría cualificada del 85 % en caso de que sea necesario tomar una decisión urgente en materia de asistencia financiera de forma que el MEDE podrá intervenir en los mercados primario y secundario, recapitalizar la banca y dar préstamos preventivos.
Hasta el momento, la UE ha acordado cuatro planes de rescate, dos a Grecia y uno a Portugal e Irlanda respectivamente, y dos planes de ayuda financiera, uno a España y otro a Chipre.