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Las autoridades libias anuncian la detención de cuatro sospechosos por el asalto al consulado

  • Se les acusa de ayudar a instigar los hechos
  • La hipótesis de un ataque preparado ha cobrado peso en Washington

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Las autoridades libias han realizado cuatro detenciones en la investigación sobre el atentado contra el consulado de EE.UU. en Benghazi, en el que perdieron la vida el embajador de EE.UU., Chris Stevens, y tres funcionarios de la embajada, el viceministro del Interior, Wanis Sharif.

"Cuatro hombres están bajo custodia y les estamos interrogando porque son sospechosos de ayudar a instigar a los hechos ocurridos en el consulado de los EE.UU.", ha manifestado a Reuters Wanis Sharif.

Por el momento, las autoridades no han dado más detalles de esta operación. Estos nuevos datos parecen confirmar lo manifestado horas antes por el  recién elegido primer ministro de Libia, Mustafa Abu Chagour, quién anunció este jueves “pasos importantes” en la investigación.

"Hemos logrado importantes avances. Tenemos nombres y fotos. Han tenido lugar algunas detenciones y las demás se están llevando a cabo mientras hablo", ha dicho a Afp Abu Chagour en su primera entrevista desde que fuera elegido primer ministro este miércoles.

Sin embargo, Abu Chagour no ha especificado detalles sobre el número de los detenidos. "No queremos calificar a estas personas antes de conocerlas con exactitud", ha añadido.

El asalto al consulado

El ataque contra la embajada se produjo este martes, coincidiendo con el aniversario de los ataque del 11-S,  cuandoun grupo de hombres asaltaron y prendieron fuego a la legación diplomática de EEUU en Bengasi, la segunda ciudad del país, en protesta una la película norteamericana que se burla de Mahoma y que ha provocado manifestaciones y disturbios en distintos lugares de Oriente Medio y el Magreb, como Egipto, Túnez y Yemen.

Posteriormente, hombres armados asaltaron a un grupo de comandos estadounidenses que se habían desplazado a Bengasi para evacuar al personal de la embajada. En este segundo ataque, otros dos norteamericanos murieron y una docena resultó herida.

Un ataque de milicias armadas en protesta por una polémica películas sobre Mahoma contra el consulado de EE.UU. en Bengasi ha provocado la muerte del embajador, Christopher Stevens, y tres funcionarios.

Tras estos disturbios, el consulado de EE.UU. en Benghazi quedó completamente destruido tras el ataque. Según un fotógrafo de la misma agencia, ningún investigador o cualquier miembro de las fuerzas de seguridad estuvieron presentes en todo el complejo de tres villas que albergan el consulado, donde se le permitió entrar al fotógrafo.

Investigación de las autoridades libias

El portavoz del Parlamento libio, Omar Hamedan, ha asegurado este jueves a Efe que las investigaciones sobre el ataque se llevarán con discreción para evitar que su marcha se vea afectada. El primer ministro libio en funciones, Abderrahim al Kib, ya insistió el jueves en que no se revelarían detalles de lo ocurrido hasta finalizar las investigaciones.

Según reveló la Casa Blanca en un comunicado, el presidente del Parlamento libio Mohamed al Magriaf se comprometió a colaborar en la investigación con Estados Unidos que, según varias fuentes filtraron a medios estadounidenses consideran que el ataque pudo estar planificado.

Los únicos detalles oficiales que han trascendido hasta el momento fueron ofrecidos el mismo miércoles por el viceministro de Interior para el Oriente de Libia, Wanis al Sharf.

Distintas hipótesis

El político reconoció que la situación se les había escapado de las manos a las fuerzas de seguridad, incapaces de frenar en un primer momento a los manifestantes y de evitar, más tarde, el ataque contra los comandos.

Las tres hipótesis que barajan las autoridades, pero que hasta ahora no han sido desarrolladas, son que los ataques fueron obra de delincuentes comunes que actuaron al calor de la protesta; de simpatizantes del derrocado régimen de Muamar el Gadafi; o de un grupo de islamistas radicales.

Para Washington la hipótesis de que el asalto fuera planeado con antelación cobra fuerza con el paso de las horas, frente a la versión del Gobierno libio que culpa a una turba de exaltada.