El Círculo de Bellas Artes acoge el legado del músico Xavier Montsalvatge
Coincidiendo con la conmemoración del centenario de Xavier Montsalvatge ( 1912-2002), el Círculo de Bellas Artes acoge una muestra con piezas artísticas, fotografías, manuscritos, cartas y artículos, de "una de las figuras con mayor proyección musical del siglo XX". A partir de la creación de sus "Canciones negras" (1945), este admirador de Maurice Ravel relacionado con artistas de la talla de Alicia de Larrocha y Victoria de los Ángeles, se convirtió en una de las figuras más valoradas dentro y fuera de España durante la segunda mitad del siglo XX.
La exposición supone un repaso por la vida musical y cultural de la segunda mitad del siglo XX a través de tres facetas que conformaron su vida: el medio violín (su primer instrumento); su butaca ( sitio predilecto en el Palau como crítico) y el piano como compositor.
Para sus organizadores, la exposición cuenta con el patrocinio del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y está organizada por Acción Cultural Española (AC/E), esta conmemoración es una oportunidad para difundir la extensa y variada obra musical de una figura decisiva en la cultura española.
La muestra pretende dar a conocer al gran público todas las facetas de su actividad artística: desde su obra sinfónica, escénica y de cámara hasta sus recordados artículos en Destino y 'La Vanguardia', sin olvidar sus aportaciones cinematográficas o su intensa vinculación al mundo de las artes plásticas.
Así el recorrido por la muestra, y gracias a los comisarios, Jorge de Persia y Jesús Alvira, se estructura en tres ámbitos: El violín, la butaca y el piano. Además, los visitantes pueden ver un audiovisual con entrevistas a Xavier Montsalvatge que se emitieron en televisión y pueden escuchar una amplia selección de la mejor música del compositor en dos puntos de audición.
A su presentación ante los medios han acudido Xavier e Yvette Montsalvatge Pérez, hijos del artista, junto a Elvira Marco, directora general de Acción Cultura Española, coorganizadora de esta muestra que llega a la capital tras su paso por Barcelona y Girona y antes de recalar en el Instituto Cervantes de Nueva York en noviembre.
Montsalvatge hijo ha expresado la "ilusión" que supone para la familia ver esta muestra en Madrid, donde la música de su padre fue muy valorada y donde este gerundense -ha recordado- tenía "buenos amigos, amigos de verdad".
El violín, la butaca y el piano
Con el violín, se pretende simbolizar la etapa de aprendizaje y de influencias artísticas, en un ambiente familiar profundamente intelectual, abierto y receptivo, que le permitió asimilar las influencias culturales y artísticas de la época.
A continuación, con la Butaca, de pretende destacar la importante tarea que desarrollo como crítico musical de conciertos desde la butaca del Palau de la Música. Además colaboró como critico musical en los diarios El Mati y La Vanguardia y en la revista Destino, de la que fue director entre 1968 y 1975.
Por último, en la sección del piano, se puede conocer el trabajo y la obra de Montsalvatge como compositor de un amplísimo repertorio de piezas, sin olvidar la ópera, el ballet y la música para el cine.
El "piano" -como instrumento auxiliar para la composición- permite conocer el trabajo y la obra de Montsalvatge, que realizó "un ejercicio de modernidad constante en su lenguaje, pero siempre distante de las vanguardias".
"Yo no toco el piano nada de nada. Sin embargo, he pasado medio siglo componiendo para piano. Durante mucho tiempo, yo no podía admitir que componía al piano, al menos en Barcelona, donde no estaba bien visto, pero cuando Stravinsky desveló que toda su obra había sido escrita al piano, ya tuve la absolución y pude finalmente confesarlo", reconoció el artista cuando contaba 85 años de edad.
El primer éxito internacional de Xavier Montsalvatge lo obtuvo en la década de los cuarenta con las 'Cinco canciones negras' (1945), que marcan el inicio de un periodo posnacionalista que derivó hacia un estilo calificado de "antillanismo" perceptible también en su Cuarteto indiano (1951).
Producción ecléctica
Posteriormente, el compositor se reafirma en un eclecticismo que parece sintetizar el resto de su producción, de la que se podrían destacar los conciertos para arpa Concerto-Capriccio (1975), para clave Concierto del Albaycín (1977) y para guitarra Metamorfosis de concierto (1980), la Sinfonía de réquiem (1985), la Fantasía para arpa y guitarra (1983), Sortilegis (1992) y Bric Brac (1993). Destaca también su producción operística con las obras El gato con botas (1946), Una voce in off (1961) y Babel 46 (1967).
Sus obras han sido estrenadas, interpretadas y dirigidas por intérpretes y directores de gran prestigio como Eduard Toldr, Sir Neville Marriner, José Serebrier, Franz-Paul Decker, Rafael Frühbeck de Burgos, Antoni Ros Marb, Jean-Pierre Rampal, Henryk Szeryng, Angelika Kirchschlager, Marilyn Horne, Alexis Weissenberg, Kathleen Battle, Victoria de los Angeles, Alicia de Larrocha, Montserrat Caballé o Barbara Hendricks.