Asesinados en menos de 48 horas dos diputados del PRI en México

• Se trata de Jaime Serrano Cedillo y Eduardo Castro Luque
• Uno fue acuchillado y otro asesinado a balazos
• Encuentran 17 cuerpos maniatados y con cadenas en el cuello

Asesinados en menos de 48 horas dos diputados del PRI en México

En menos de 48 horas, dos diputados mexicanos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han sido asesinados, según ha constatado la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al informar del crimen contra el diputado Jaime Serrano Cedillo en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado central de México, ubicado a apenas 20 kilómetros de la capital.

"El día de hoy 16 de septiembre a las 13.30 horas, la PGJE tuvo conocimiento de que en la clínica (...) ingresó con una herida punzocortante Jaime Serrano Cedillo, diputado local por el XXV Distrito de Ciudad Nezahualcóyotl y a consecuencia de esa lesión perdió la vida", asegura el comunicado de la fiscalía.

El viernes por la noche, otro diputado del PRI,  Eduardo Castro Luque, fallecía en un hospital tras ser abordado por un pistolero a balazos junto a su domicilio en la norteña Ciudad Obregón (Sonora).

Castro Luque era un empresario con amplia trayectoria. Fue presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo, dueño de una agencia de publicidad, directivo de la Expo Obregón, además de ser gerente de mercadotecnia del Club Yaquis de Ciudad Obregón.

Tanto el presidente mexicano electo, Enrique Peña Nieto, como el gobernador del Estado de México, el también priísta Eruviel Ávila Villegas, condenaron el homicidio e incidieron en que los delitos no quedarán impunes.

"Daremos con él o los responsables para quienes aplicaremos todo el peso de la ley. Mi solidaridad con la familia de Jaime Serrano Cedillo" ha apuntado el gobernador del Estado central de México.

Por otra parte, 17 cuerpos fueron hallados también el domingo junto a la carretera en el oeste del país. De acuerdo con las autoridades locales, los cuerpos tenían heridas de bala, los pies y las manos atados y cadenas alrededor del cuello. El macabro hallazgo ha tenido lugar en Tizapán, a 110 kilómetros de Guadalajara, capital del estado de Jalisco.

El norte de México es escenario de intensas guerras entre cárteles de las drogas que buscan controlar el mercado local y las rutas de estupefacientes hacia Estados Unidos.