Romney cree que los palestinos impiden la paz y se muestra escéptico a la solución de dos estados
- El candidato republicano sitúa al posible estado palestino junto a Siria
- En un nuevo vídeo filtrado acusa a Obama de ingenuidad en política exterior
“Los palestinos no tienen interés en absoluto en llegar a un acuerdo de paz, por lo que el camino a la paz es casi impensable que se complete".
Con estas palabras el candidato republicano, Mitt Romney, resume en un nuevo vídeo filtrado por la página Mother Jones, su postura sobre la 'patata' caliente de política exterior que todo presidente estadounidense tiene que afrontar: el conflicto palestino-israelí.
En un tono tan claro como a la hora de hablar de los votantes de Obama y su dependencia del estado, Romney, amigo personal del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu se coloca del lado de Israel como ningún presidente de EE.UU. ha hecho hasta el momento, al menos en público.
El líder conservador considera que los palestinos "no quieren conseguir la paz de ninguna forma, por motivos políticos, y están comprometidos en la destrucción y eliminación de Israel" y, por este motivo, considera que en una eventual presidencia suya el conflicto seguiría siendo "un problema sin resolver".
Así las cosas, lo único que un posible presidente Romney esperaría del conflicto de Oriente Medio es “algún grado de establidad", y compara la situación con la que viven China y Taiwán.
"De acuerdo, tenemos una situación potencialmente volátil pero podemos vivir con ella y poner la bola sobre el campo y esperar que, en última instancia, de alguna manera, algo ocurra y lo resuelva. No iremos a la guerra para tratar de resolverlo inmediatamente", añade.
No cree en la solución de dos estados
Romney va incluso más allá y muestra su escepticismo sobre la llamada solución de los dos estados, Israel y Palestina, conviviendo en la región con el asunto de Jerusalén como eterno punto de desacuerdo.
El líder republicano hace su propia reconstrucción de lo que ocurriría con una Cisjordania independiente junto a Israel y habla de la peligrosa cercanía de la región a Tel-Aviv, la capital económica del país, y del peligro de que Irán introduzca misiles en la zona para atacar a Israel.
En esta situación, lo que descarta en todo caso de partida Romney es "presionar a los israelíes para darle algo a los palestinos", que considera "la peor idea del mundo".
Romney ya había provocado la indignación de los palestinos tras su visita a Jerusalén a finales de julio en el marco de una gira internacional marcada por una serie de meteduras de pata diplomáticas, como cuando habló de caos en la organización de los Juegos Olímpicos de Londres.
La Autoridad Nacional Palestina consideró "racistas" las palabras del candidato republicano en el que estima que las diferencias económicas entre Israel y Palestina se debían a la "cultura".
También suscitó su ira al calificar Jerusalén como "capital de Israel" pese a que los palestinos la consideran como capital de su posible estado.
Sin embargo, en público se pronunció a favor de una solución de dos estados en una entrevista en el diario Haaretz, siempre y cuando uno de esos estados fuese un estado "judío", una denominación que Netanyahu busca que acepten los palestinos.
En el sitio web de su campaña Romney no apoya explícitamente la solución de dos estados -un consenso que han mantenido las diferentes administraciones estadounidenses- aunque la plataforma republicana, una suerte de programa del partido aprobado en la convención del pasado mes de agosto en Tampa, recoge la existencia de dos estados democráticos conviviendo en paz en la zona.
Errores de bulto
En el vídeo, el candidato republicano comete dos errores de bulto a la hora de juzgar el conflicto palestino: por un lado, sitúa a Cisjordania como una región fronteriza de Siria, y, sobre todo, considera que todas las facciones palestinas buscan la eliminación del estado de Israel, pese a que Al Fatah, que gobierna en la zona, reconoce este estado desde los años 90 en virtud de los Acuerdos de Oslo y apuesta por una solución de dos estados, algo que no ocurre con Hamás, que domina la Franja de Gaza.
Romney ya fue criticado por su respuesta a la crisis de las embajadas de EE.UU. al criticar abiertamente al presidente Obama y los estadounidenses lo consideran de manera mayoritaria mucho menos preparado para afrontar los temas de política exterior, un territorio donde se siente visiblemente incómodo.
Con todo, en el vídeo de la reunión con su recaudador de fondos de Florida, Romney se burla de la política exterior del presidente, asegurando que considera de manera ingenua que puede usar su personalidad y encanto para negociar con líderes como el presidente ruso, Vladimir Putin, el venezolano, Hugo Chávez o el iraní, Mahmud Ahmadineyad.