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Holder, exculpado de la operación encubierta de envío de armas a México

  • La operación "Rápido y Furioso" permitió el envío de armas a este país
  • El informe dice que el secretario de Justicia de EE.UU. no estaba relacionado

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El secretario de Justicia de EE.UU., Eric Holder, ha sido expulsado este miércoles de la operación encubierta "Rápido y Furioso" que permitió el envío de armas a México, según una investigación interna que recomendó medidas disciplinarias contra 14 funcionarios.

El esperado informe del Inspector General del Departamento de Justicia ha determinado que hubo "conducta indebida" o mal juicio por parte de varios funcionarios del Departamento y de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).

Con respecto a Holder resolvió que el secretario de Justicia no supo de la operación encubierta, efectuada en 2009 con el objetivo de rastrear las armas para llegar a bandas narcotraficantes, hasta que se destapó el escándalo, en 2010.

"No encontramos evidencia de que el fiscal general Holder fuera informado, antes del 31 de enero de 2011, de las tácticas de la Operación Rápido y Furioso usadas por ATF en la investigación (del tráfico de armas)", ha indicado el voluminoso informe de 512 páginas.

En un comunicado, el Secretario de Justicia y fiscal general ha afirmado que el informe del Inspector General confirma lo que él y otros funcionarios de su agencia habían reiterado durante muchos meses: que los altos mandos del Departamento de Justicia "no estaban enterados ni habían autorizado el uso de una fallida estrategia y tácticas" para rastrear a narcotraficantes en México.

"El liderazgo del Departamento (de Justicia) no intentó ocultar información o engañar al Congreso" sobre la operación, ha enfatizado Holder.

El fiscal general fue durante más de un año el centro de las críticas de los líderes republicanos del Congreso que pedían su dimisión y que incluso votaron a favor de acusarlo por "desacato" por no haber proporcionado a los legisladores, supuestamente, toda la información sobre el caso que solicitaron.

Las autoridades de ATF permitieron el contrabando de las armas desde EE.UU., con la intención de llegar hasta los capos del narcotráfico, pero perdieron el rastro a unas 2.000 armas, muchas de las cuales han aparecido en más de un centenar de escenas de crímenes en México.

Dos fueron halladas en el lugar del asesinato del agente fronterizo estadounidense Brian Terry, en diciembre de 2010.