"Blancanieves", el viaje hipnótico y silente de Pablo Berger
- Buena acogida de la adaptación en blanco y negro mudo del cuento
- Maribel Verdú: “Me encanta hacer de mala; llevo 25 años sufriendo de heroína”
- Lee el chat con la actriz de 'Blancanieves' Macarena García
Para hablar de Blancanieves hay que hacer un prólogo: sí, es muda y en blanco y negro. Y no, no viene tras la estela de The Artist, son películas gestadas en paralelo. Blancanieves es una declaración de amor al cine que Pablo Berger acariciaba desde que rodó Torremolinos 73 en 2003. Torremolinos 73 en 2003. La comparación inevitable con la gran triunfadora de los Oscar el año pasado es un problema de distancia que se resuelve rápido: son propuestas distintas y dentro de 20 años aparecerán como películas simultáneas. ¿O alguien recuerda si Las amistades peligrosas es anterior a Valmont?
Combinando el amor al cine y con la España flamenca, Blancanieves parte del cuento de los hermanos Grimm para crear una adaptación libérrima que es, sobre todo, un viaje estético. Maribel Verdú interpreta a la madrastra (la tercera de este año tras Julia Roberts y Charlize Theron). “Me encanta hacer de mala, porque llevo 25 años sufriendo de heroína. Ser mala, sin tener que pedir perdón me parece muy grande”, afirma la actriz. “Tengo 42 años, a partir de ahora, hasta los 80, solo quiero hacer de mala”.
Aunque no participe del factor sorpresa de The artist, Blancanieves ha recogido aplausos en San Serbastián. No es un cuento clásico, es una tragicomedia, amarga y divertida, ambientada en unos años 20 cañí: cortijos del sur, cantaores, ruedos, enanos toreros y mucho flamenco. “Es una visión romántica y estilizada de una España exótica para mí, que soy de Bilbao”, explica Pablo Berger. “Es un cuento de cuentos. Está Blancanieves, Caperucita, Oliver Twist… quería escapar de la fantasía, darla verdad y transmitir emoción”.
Salvo Maribel Verdú, con carta libre, la mayor parte del reparto interpreta desde la naturalidad. “No me ha basado en nadie. Es como un personaje patético que quiere ser famoso”, defina la actriz. “La madrastra de Maribel da miedo y risa. Creó su personaje sintiéndolo en el momento”, añade Berger.
Interpretaciones elocuentes
El casting de Blancanieves busca los contrastes. Macarena García es la revelación de la película: una heroína trágica y fuerte con rostro de princesa Disney. Daniel Giménez Cacho huye de sus papeles atormentados para dar vida a un torero noble y puro.
“Me me faltaba la palabra”, bromea Ángela Molina, abuela de Blancanieves. “Lo que es emocionante es como surge el sentimiento. Realmente es una sensación que te deja muda”. Berger sostiene que la voz de los actores se encuentra en sus cuerpos y en la música. “Con las palabras se mienten, con los ojos no”.
El director bilbaíno reconoce, sin embargo, que las puertas de distribución y exhibición para su obra quedaron abiertas tras el éxito de la cinta de Hazanavicius. “Creo que el azar y el viento siempre ha estado con nosotros”, afirma sonriente ahora que su aventura ha llegado a un final tan abierto como el de la propia película: “Me gusta que la gente salga hablando de la sala. Me gustan las películas que acaban donde empieza otra”.