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Los católicos alemanes que no paguen a la Iglesia no podrán recibir los sacramentos

  • La conferencia episcopal alemana publicó un decreto el pasado jueves
  • El fin es atajar la salida de católicos de la Iglesia a raiz de casos de pedofilia
  • En Alemania hay un tercio de católicos y un tercio de protestantes

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Los católicos alemanes que dejen de pagar su impuesto en la renta serán expulsados de la Iglesia

Los católicos alemanes que se nieguen a pagar el impuesto religioso no pueden desde este lunes recibir los sacramentos o ser padrinos de un niño, según un decreto de la conferencia episcopal alemana.

Según un sistema creado en el siglo XIX, los ciudadanos residentes en Alemania pueden declararse miembros de una religión o 'no religiosos'. En el primer caso, pagan un impuesto. Si luego cambian de opinión, deben hacer gestiones para "salir de la Iglesia".

En los últimos años, cada vez son más los alemanes que "salen de la Iglesia", sobre todo católica, pero también protestante, a raíz de los escándalos de pedofilia que salieron a la luz en 2010.

Inquieta por el fenómeno, la conferencia episcopal alemana publicó el jueves un decreto con el que busca atajar la hemorragia. En virtud de éste, toda persona salida de la Iglesia no podrá recibir los "sacramentos de la confesión, la eucaristía, la confirmación y la unción de enfermos -salvo en caso de peligro de muerte-". Tampoco podrá apadrinar a un niño.

Y "si la persona que ha salido de la Iglesia quiere casarse religiosamente, debe pedir permiso a las autoridades religiosas locales. Con la condición de que prometa conservar la fe y educar a sus hijos religiosamente, en la fe católica", precisan los obispos en su decreto. "Si la persona salida de la Iglesia no ha manifestado ningún remordimiento antes de su muerte, puede rechazarse el entierro religioso", añaden.

El decreto ha suscitado la indignación del movimiento católico progresista Wir sind Kirche (Somos la Iglesia). "Es un mal decreto que llega en un mal momento", escribe el movimiento en un comunicado publicado este lunes.

"En lugar de afrontar las razones por las que mucha gente sale de la Iglesia, este decreto de los obispos es una amenaza al pueblo de la Iglesia, y no va a motivar a la gente a mantenerse fiel o a adherirse a la comunidad de quienes pagan su impuesto" a la institución, escribe Wir sind Kirche.

Alemania, que es la patria de Lutero y del actual papa Benedicto XVI, cuenta con un tercio de católicos y un tercio de protestantes.