La ONU nombrará un enviado para el Sahel pero se opone a una intervención militar en Mali
- Reunión internacional en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas
- Francia, Mali y países vecinos, a favor de una intervención militar
- EE.UU. solicita primero un gobierno legítimo en Mali
Los miembros de Naciones Unidas se han mostrado profundamente divididos este miércoles sobre la respuesta para resolver la grave inestabilidad política que sufre el norte de Mali, controlado por grupos islamistas. El intercambio de opiniones se ha producido este miércoles en un encuentro de alto nivel sobre la región en el marco de la 67ª Asamblea General de la ONU..
Mientras el propio Gobierno de Mali, algunos de sus vecinos y Francia (expotencia colonial de Mali) han urgido al Consejo de Seguridad de la ONU a una intervención militar, Estados Unidos asegura que el país africano debe tener primero un gobierno legítimo, informa Reuters.
A pesar de que el secretario general de la ONU no es partidario de una intervención militar, ha pedido a la comunidad internacional que no abandone la región del Sahel, donde la agitación política, un clima extremo y las frágiles economías se han combinado "para crear una tormenta perfecta de vulnerabilidad".
Por ello, Ban Ki-moon ha anunciado una estrategia que ayude a "detener la amenaza del terrorismo" en el Sahel, así como a promover "la conciliación y la mediación para reducir tensiones dentro y entre los países" de la región.
Según el secretario general de la ONU, esta estrategia requerirá de "amplias consultas" en las próximas semanas supervisadas por un enviado especial de la ONU para el Sahel que Ban se ha comprometido a nombrar.
Temor a "un nuevo Afganistán"
Mali quedó sumido en el caos el pasado marzo tras un golpe militar que derrocó al presidente y dejó un vacío de poder que permitió a los rebeldes Tuareg locales apoderarse de casi las dos terceras partes del país.
En abril de 2012, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawed (MNLA) proclamó la independencia del norte del país.
Pero en junio, grupos extremistas islámicos como Muyao o Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), este último considerado la principal amenaza terrorista en la región del Sahel, se enfrentaron a los rebeldes tuareg y les arrebataron el control de las principales ciudades septentrionales, como Gao, Kidal y Tombuctú.
El asentamiento de estos grupos terroristas, que han impuesto la ley islámica más estricta, ha desestabilizado aún más la región. Los secuestros han aumentado y algunas naciones de África Occidental temen que el caos se extienda más allá de las fronteras de Mali.
Diversas fuentes diplomáticas han expresado en los últimos días su temor a que grupos vinculados con Al Qaeda puedan tener un territorio a su disposición en el norte de Mali, y que éste se convierta en un nuevo Afganistán.
"Cuando un territorio tan grande como Francia está ocupado por terroristas estamos ante una amenaza que debe preocupar al mundo entero", ha afirmado el presidente de Francia, Hollande, que a su juicio, es hora de pasar "a una segunda etapa", la autorización del envío de "una fuerza de estabilización" que comience a operar en Mali "tan pronto como sea posible".
Petición de intervención militar
El presidente de Mali, Dioncounda Traoré, y su primer ministro, Modibo Diarra, han pedido al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tanto por carta como en esta reunión, el envío de esta misión.
"Pedimos la adopción de una resolución que autorice el establecimiento de una fuerza militar internacional compuesta por todos aquellos que quieran y puedan ayudarnos a recuperar los territorios ocupados en el norte", ha afirmado Diarra este miércoles en la ONU, según la agencia Efe.
Pero la petición ha sido recogida con reservas por el secretario general del organismo. "Cualquier propuesta de solución militar para la crisis de seguridad en el norte de Mali debería ser considerada con extremo cuidado", ha respondido Ban.
En los mismos términos se ha pronunciado la organización Intermón Oxfam, que ha alertado en un comunicado de que una intervención militar empeoraría la ya frágil situación humanitaria en el norte de Mali y ha pedido que, si esa operación se aprueba, se tomen todas las medidas necesarias para "evitar víctimas civiles".
Al término de la reunión, los países participantes se comprometieron a "ayudar a restaurar la integridad territorial" de Mali, pero sin precisar las medidas que se tomarán para ello.