La campaña de 2012 se juega fuera de los partidos
- Organizaciones y comités recaudan dinero para campañas mediáticas
- Algunos de estos fondos no revelan la identidad de sus contribuyentes
- Multimillonarios como Soros y Adelson apoyan a Obama y Romney
En las campañas de EE.UU., donde las estrategias de comunicación son a menudo más importantes que el programa de los candidatos, el dinero para campañas propagandísticas puede marcar la diferencia.
En las presidenciales de 2012, en las que se enfrentarán el presidente demócrata Barack Obama y el aspirante republicano Mitt Romney, se han introducido importantes novedades en este sentido. Como resultado, se han extendido las campañas financiadas por grupos teóricamente ajenos a los partidos.
Seguir el rastro del dinero de algunos de estos grupos de influencia se ha convertido en una tarea ingente e importante. Varios páginas en internet se han especializado en esto. Opensecrets.org, por ejemplo, es el portal del Centro para las Políticas Responsables, con sede en Washington, cuya misión es "informar al ciudadano de qué forma el dinero en la política afecta a su propia vida".
Por su parte, Los Angeles Times dedica un especial actualizado semana a semana para saber quién financia a quién, y con cuánto dinero.
¿Qué ha cambiado en estas elecciones? Super PACs y Non-profits
Tras varias sentencias judiciales (la Corte Suprema sentó jurisprudencia en 2010) la financiación externa de las campañas electorales, proveniente de organizaciones e individuos ajenos a los partidos, es hoy más abierta y fácil que nunca.
La principal novedad es la figura de los Super Comités de Acción Política, los llamados Super PAC. Los PAC pueden reunir y gastar cantidades ilimitadas de dinero provenientes de cualquier fuente, incluso de empresas y sindicatos, aunque tienen que hacer público el nombre de sus contribuyentes. Otra limitación es que no pueden actuar "en cooperación o bajo la sugerencia" del candidato.
Pero existen otras organizaciones colaterales, los non-profits (grupos sin ánimo de lucro), que pueden reunir fondos también y, lo que es más importante, pueden hacerlo de manera opaca, sin tener que dar a conocer los nombres de sus contribuyentes.
En el caso de Mitt Romney, por ejemplo, sus partidarios han reunido más dinero a través de dos non-profit que de los Super PAC.
¿De cuánta financiación disponen los candidatos?
La Comisión Electoral hace públicos los datos de financiación de los comités oficiales de ambos partidos en los últimos dos años. Según su página web, los republicanos han captado hasta el momento más de 479 millones de dólares, y los demócratas más de 451 millones. La deuda de ambos partidos es similar: 9 millones en el caso de los republicanos, y 11 en el de los demócratas.
Pero a estas contribuciones directas hay que sumar las campañas externas. Desde abril de 2012, un total de 43 Super PAC y non-profits se han gastado la friolera de más de 119 millones de dólares en hacer campaña a favor de Romney y en contra de Obama, según Los Angeles Time.
Los simpatizantes demócratas, por su parte, han gastado mucho menos, 45 millones y medio, quizá porque cuentan con el efecto positivo que provoca ocupar la Casa Blanca, o porque confían en que que Romney se desprestigie solo, como ya ha demostrado que es capaz de hacer, y no consiga remontar en las encuestas.
Las cifras pueden ser superiores, porque los non-profits están exentos de impuestos y no han de declarar todo el gasto que realizan, solo el que dedican a algunos anuncios.
¿Quiénes apoyan a Obama?
Entre los donantes individuales a favor de Obama encontramos a organizaciones pro derecho al aborto, empleados públicos, sindicatos y la web activista MoveOn.org.
También hay millonarios que apoyan la reelección del presidente. El principal Super PAC demócrata es Priorities USA Action, que ha recibido un millón de dólares del financiero y especulador George Soros. Su hijo, Alex Soros, ha donado 200.000 dolares a otro super PAC para Obama, el Consejo Judío para la Educación y la Investigación.
Este último grupo, dirigido por Mik Moore, se ha especializado en vídeos llamativos, según Bloomberg Bussinesweek, donde el sentido del humor y la incorrección política juegan en favor de la viralidad en internet. En el último de ellos, el actor Samuel L Jackson despierta a toda una familia liberal para ponerla a hacer campaña para la reelección. Jackson usa la palabra malsonante inglesa probablemente más repetida en sus películas.
¿Quiénes apoyan a Romney?
Romney tiene claro quiénes son sus potenciales donantes, como demostró en el ya famoso vídeo robado de su conferencia: Wall Street, las grandes fortunas y aquellos que poco partidarios de pagar impuestos y de las ayudas sociales. En definitiva, el gran dinero y la clase media blanca.
Las principales donaciones individuales del aspirante republicano provienen de grandes empresas o bancos: Goldman Sachs, Bank of America, JP Morgan, Morgan Stanley, Credit Suisse y Citigroup.
El principal Super PAC pro-republicano es Restore Our Future, dirigido por ex-asesores de Romney. Sin embargo, llama la atención que sean dos non-profits, donde, recordemos, las contribuciones son opacas, los que más dinero hayan movilizado en contra de Obama. Se trata de Crossroads GPS y American for Prosperity.
Crossroads está financiada por un ex asesor del Partido Republicano, Karl Rove. American for Prosperity contribuyó a lanzar el Tea Party, y está respaldado por los multimillonarios hermanos Koch, David y Charles, a los que desde al menos desde 2010 se les supone embarcados en una "guerra" económica contra Obama.
Según The New Yorker, ambos habrían donado durante estos años más de 100 millones de dólares para diversas causas derechistas y especialmente para contrarrestar las informaciones sobre el cambio climático. Los Koch tienen intereses en empresas de hidrocarburos.
En total, de acuerdo con la información de la web Propública, estos dos non-profits se han gastado por encima de los 60 millones de dólares, más que el gasto conjunto del resto de Super PAC, lo que da idea de su potencia.
En su ideario encontramos la limitación de la actuación del Gobierno, impuestos bajos, libre mercado y restricción del déficit, en línea con la ideología neoliberal o neocon imperante en el Partido Republicano.
Más curiosa aún es la investigación del diario israelí Haaretz, que ha descubierto que Romney y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tienen al menos 19 donantes en común. El más conocido es Sheldon Adelson, el magnate de los casinos, que pretende establecer su Eurovegas en España. Adelson ha prometido donar 100 millones a la campaña de Romney. Una ex-esposa del primer ministro israelí, Fleur Cates, es también donante de Romney, según Haaretz.
¿En qué se invierte este dinero?
Estos Super PAC gastan más en oponerse al candidato contrario, es decir, en financiar campañas que perjudiquen su imagen, que en apoyar al propio. Intentan difundir publicidad negativa y asustar lo suficiente al votante para movilizarle a favor de su opción.
Solo en la última semana de septiembre, los Super PAC invirtieron 13 millones de dólares contra Obama y 4 millones para oponerse Romney, mientras que un millón se dedicó a algún tipo de acción a favor del aspirante y menos aún, 348.000 dólares, para promocionar al actual presidente de los EE.UU. Perjudicar al rival, y sobre todo, a Obama, es el destino preferido del dinero en estas elecciones.
¿Y cómo se ataca al rival? Principalmente en anuncios de bajo presupuesto (o no tan bajo), como los de Moore, en los que se denigra al candidato, se destacan sus meteduras de pata durante la campaña y se recurre a las palabras grandilocuentes para apelar a sentimientos básicos como el miedo o el patriotismo.
Mensajes simples del tipo "A Romney no le importan los pobres", "Obama va a hundir el país" y el recurso a colectivos vulnerables, como niños y mayores, son habituales.
Una colección de los mismos puede encontrarse en la publicación digital The Daily Beast, que promete hacer un seguimiento exhaustivo de todos ellos. Tarea difícil, pues aun antes de comenzar la campaña oficial los anuncios son ya más de 600.