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Draghi: El BCE está listo para comprar deuda y ahora cada gobierno debe decidir si lo solicita

  • Advierte que España ha logrado progresos importantes "en muchos frentes"
  • Señala que las condiciones no tienen por qué ser un castigo
  • Draghi defiende la condicionalidad: sin ella el programa puede no funcionar
  • El órgano emisor europeo mantiene los tipos de interés en el 0,75%

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El Banco Central Europeo ha decidido mantener en el 0,75 los tipos de interés

El Banco Central Europeo (BCE) está listo para actuar con sus compras de deuda de los países con problemas de financiación -como España o Italia-, aunque se hará "siempre que se dén los requisitos previos", por lo que son los gobiernos los que deben decidir si solicitan esas intervenciones o no. Así lo ha asegurado el presidente del BCE, Mario Draghi, en la rueda de prensa posterior a la reunión mensual del consejo de gobierno del instituto emisor europeo, en la que se ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,75%.

"Estamos listos con nuestras operaciones monetarias directas", ha señalado Draghi. "Tenemos un mecanismo ya dispuesto, siempre que los requisitos previos se den también". Por eso, ha continuado, "ahora son los gobiernos los que tiene que decidir lo que tienen que hacer". Además, el presidente del BCE ha defendido la condicionalidad.

"La condicionalidad es importante porque la política monetaria no sirve si no se cambian el resto de políticas", ha destacado Draghi: el programa de compra de deuda no funcionará. Y ha echado la vista atrás: "nos hemos olvidado cómo han entrado estos países en grandes desequilibrios y ha sido bien por aplicar políticas erróneas o bien por no hacer reformas en años".

Defensa de la condicionalidad

El Ejecutivo español ha reiterado en las últimas semanas que está estudiando la condicionalidad ligada a esa actuación del BCE para decidir si es positiva o no para el país, ya que implicaría pedir un nuevo préstamo al fondo de rescate europeo.

Respecto a las condiciones exigidas para acogerse a esas compras directas del BCE, el presidente del organismo ha destacado que "existe una tendencia a identificar condicionalidad con condiciones duras, pero no tienen que ser necesariamente castigos. Las reformas son estructurales y pueden acarrear algunos sacrificios sociales, pero también traen beneficios".

"Se puede ver la condicionalidad como una forma de mejorar la situación crediticia en las cuentas de los países. Es un incentivo para llevar a cabo políticas económicas adecuadas, que tienen beneficios para todas las partes afectadas", ha insistido el máximo responsable del organismo responsable de la política monetaria europea.

El Gobierno español es el que debe decidir si le basta con sus reformas

A las preguntas de los periodistas de si una línea de crédito para comprar deuda bastaría a España para resolver su actual situación, Draghi ha subrayado que "España es un ejemplo de progresos significativos, aunque sigue habiendo  retos muy importantes. Se han producido progresos en la consolidación fiscal y las reformas  estructurales, así como en el sistema financiero, con las últimas pruebas de estrés a la banca", pero ha añadido que corresponde al gobierno de Rajoy decidir si esas reformas son suficientes. Además, el presidente del BCE ha rehusado comentar si España podrá salir adelante sin la ayuda exterior.

Respecto a las declaraciones de varios gobiernos de la zona euro que han cuestionado que España deje de ser la garantía de las ayudas europeas destinadas a su banca cuando entre en vigor el supervisor único bancario, Draghi ha asegurado que se trata de una decisión política: "No es un asunto del BCE, sino de los gobiernos afectados, ya que está en juego el dinero de los contribuyentes. Ellos deben debatir y adoptar una posición sobre lo que quieren hacer con esos activos legados".

Además, ha reiterado en el mensaje lanzado desde todas las instituciones europeas: resulta "esencial" que los gobiernos sigan aplicando "las medidas necesarias para reducir los desequilibrios fiscales y estructurales".

"En las políticas fiscales, los países de la zona euro están progresando en la consolidación, y es crucial que continúen esos esfuerzos en línea con los compromisos alcanzados en el Pacto de Estabilidad y el Semestre Europeo", ha indicado antes de advertir que "las reformas estructurales son tan necesarias como los ajustes fiscales".

Los tipos de interés siguen en el 0,75%

Además, el BCE ha decidido mantener los tipos de interés en la zona euro en el mínimo histórico del 0,75%, pese a las dificultades de flujo de crédito que se viven en algunos países.

El BCE ha informado de que su consejo de gobierno -reunido en una localidad a las afueras de la capital eslovena, Liubliana, ya que dos veces al año celebra su reunión de política monetaria fuera de la sede central en Fráncfort- también ha decidido dejar inalterada la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito -a la que presta el dinero a un día- en el 1,5%, así como la de la facilidad de depósito -a la que remunera el dinero- en el 0%.

"Esperamos que, en los próximos meses, el enfoque del BCE siga en el  mecanismo de transmisión más que en el nivel de los tipos de interés", señala el banco UniCredit.

Draghi dijo a comienzos de septiembre que el BCE tendrá en cuenta  una serie de variables para valorar el grado de fragmentación de su  impulso monetario, por ejemplo el nivel de las rentabilidades, los  diferenciales, la volatilidad y las condiciones de liquidez en la zona  del euro.

UniCredit considera que "se han producido mejoras en  todos estos frentes en los últimos meses pero llevará tiempo" restaurar  el nivel adecuado para los bancos y el sector privado no financiero, lo  que requerirá una observación continua de los mercados por parte del  BCE.

El Banco de Inglaterra también ha mantenido los tipos de interés en el 0,5% y la dotación de su programa de emisión de dinero para la reactivación del mercado crediticio en su zona monetaria.