Francia lanza una operación antiterrorista contra una red islamista
- La operación se ha saldado con diez detenidos y un muerto
- Están relacionados con el ataque contra un comercio judío al norte de París
Las autoridades francesas han lanzado este sábado una vasta operación antiterrorista contra medios islamistas que se ha saldado con diez detenidos y un muerto y que vincularon con un ataque a un comercio judío cometido el pasado septiembre.
La operación, que comenzó "hace semanas", según indicó el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, se conoce siete meses después de que el joven islamista Mohamed Merah conmocionara al país con el asesinato de siete personas, que él mismo confesó antes de perder la vida en una operación policial.
En aquella ocasión uno de los objetivos de Merah fue una escuela judía de Toulouse (sur), donde asesinó a tres niños y un adulto.
Incautan material informático
En la operación de este sábado los investigadores se hicieron con material informático que analizarán para intentar descubrir los objetivos de esta red islamista que el fiscal de la República de París, François Molins, calificó de "casi una célula".
Además, Molins dijo que se encontró a los detenidos una lista de "asociaciones judías de la región de París", aunque no dio precisiones sobre cuáles y qué intención tenían los detenidos en relación con ellas. Agregó que entre el material confiscado durante la operación hay "cuatro testamentos".
El fiscal identificó al joven muerto en la operación, en una intervención en Estrasburgo (este), como Jérémy Sidney, de 33 años y nacido en Francia, al que la Dirección Central de Investigación Interior (DCRI, los servicios secretos), indicó que ya conocían.
Molins dijo que los detenidos son todos jóvenes nacidos en Francia y de nacionalidad francesa a los que vinculó con la delincuencia común y que se convirtieron al "islamismo radical"; agregó que la investigación abierta deberá determinar "cuáles eran los objetivos próximos de esa célula".
Quería acabar como un mártir
Por su parte, el fiscal de Estrasburgo, Patrick Poirret, indicó que Sidney parecía "muy decidido, con la voluntad probablemente de acabar como un mártir", al describir cómo se desarrolló la intervención en su vivienda, alrededor de las 06.00 horas locales (04.00 GMT).
Poirret dijo que el joven "se había rasurado la barba al llegar a Estrasburgo" lo que, a su juicio, era una señal de que iba a "pasar a la acción".
Molins informó de que Sidney era conocido por los servicios secretos, aunque estos nunca le habían interrogado, y afirmó que "podría haber querido unirse al terreno de la yihad".
El fiscal agregó que las huellas del muerto fueron encontradas en los restos de la granada que se había arrojado contra el comercio judío de Sarcelles.
El fiscal de París precisó que están a cargo de la operación la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial (SDAT) y la Dirección Central de Investigación Interior, así como otras instancias oficiales de Versalles, Estrasburgo y Marsella. Y dijo que probablemente haya todavía "uno o dos individuos" que no han podido ser detenidos.
Antes de la comparecencia de Molins, el primer ministro francés dijo que la operación desplegada "es de envergadura" y que comenzó a organizarse "hace varias semanas". "Es una operación seria, de envergadura (...) que tiene como objetivo desmantelar redes terroristas", dijo Ayrault desde Lille (norte).
El presidente de la República, François Hollande, había confirmado por su parte el alcance de la operación e informó en un comunicado de que eran siete el total de personas detenidas, cifra que luego incrementó a diez el fiscal del París.
El Palacio del Elíseo, sede de la jefatura del Estado, comunicó que el presidente Hollande recibió al ministro del Interior, Manuel Valls, en el marco de esa operación y que declaró la "entera determinación" del Estado de "proteger a los franceses contra todas las formas de amenazas terroristas".