Liberada tras 30 horas de arresto la bloguera cubana Yoani Sánchez
- La bloguera fue detenida cuando iba a cubrir el juicio contra Carromero
- Dice que se sintió como Carromero durante su arresto
- Distintos gobiernos han protestado por esta detención arbitraria
- Mientras blogueros oficialistas la acusan de "provocación"
La bloguera cubana Yoani Sánchez y los periodistas independientes Reinaldo Escobar y Agustín López han sido liberados tras 30 horas de arresto y se encuentran en La Habana, según ha confirmado esta noche la bloguera a través de la red social Twitter.
"Acabamos de ser liberados!! 30 horas de arresto y muchas anécdotas que contar", ha escrito la autora del blog Generación Y, por el que ha recibido numerosos premios.
Los tres periodistas fueron detenidos este jueves en la ciudad de Bayamo, en el sureste de Cuba, a donde había acudido con motivo del juicio contra el dirigente de Nuevas Generaciones del PP Angel Carromero por el homicidio imprudente de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero el pasado julio.
El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, atribuyó el arresto a un intento de las autoridades de la isla de evitar que llegara al juicio de Carromero.
El bloguero oficialista Fontana escribía en Twitter que la pareja de periodistas formada por Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar intentaban realizar "una provocación y un show mediático" para "perjudicar" el desarrollo del juicio contra Carromero.
"Me sentí sintió como Carromero durante su arresto"
La bloguera cubana Yoani Sánchez ha afirmado que se sintió en la piel del joven político español durante su detención. Relata cómo fue su detención desde que interceptaron el vehículo en el que viajaba con su esposo y otro periodista independiente y les acusaran de querer "boicotear al tribunal" que iba a juzgar a Carromero. "Le habíamos creído al periódico Granma cuando publicó que el juicio era oral y público. Pero ya saben, Granma miente", afirma Yoani en su narración.
Ella considera que al arrestarla le estaban permitiendo "vivir en la piel de Ángel Carromero cómo se estructura la presión alrededor de un detenido. Saber en carne propia los intríngulis de un Departamento de Instrucción del Ministerio del Interior". Cuenta cómo tres mujeres uniformadas trataron de desnudarla, pero que "me resistí y pagué las consecuencias".
Dice que "después de ese momento de máxima tensión le llega el turno al policía 'bueno' (...) pero la trampa es tan conocida, se ha repetido tanto, que no caigo".
“Exijo que me dejen hacer una llamada, es mi derecho“
Después señala que tras protestar largamente contra la ilegalidad de su arresto estuvo repitiendo más de tres horas una sola frase: "Exijo que me dejen hacer una llamada telefónica, es mi derecho". De madrugada le permitieron hacer la llamada, y pudo intercambiar unas frases con su padre "a través de una línea evidentemente pinchada".
A continuación, asegura que entró "en la otra etapa de mi resistencia. La llamé "hibernación"... Me negué a comer, a beber cualquier líquido; me negué al examen médico de varios doctores que trajeron a revisarme. Me negué a colaborar con mis captores y se lo dije. No podía despegar de mi mente el desvalimiento de Carromero en más de dos meses lidiando con aquellos lobos que alternaban con el papel de oveja".
"No aceptó cortesía de represores"
También cuenta que se negó a dormir en un "calabozo-suite" adonde la llevaron, un lugar "con una rara mezcla de barrotes y cortinas". Y asegura que "solo de mirar el estampado de las cortinas tuve el presentimiento que era el mismo lugar donde habían hecho la primera grabación que circuló en internet de las declaraciones de Ángel Carromero", el joven político español detenido y juzgado por el accidente de tráfico en el que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero.
"Yo estaba viviendo el 'deja vú' de otro, el recuerdo del escenario en el que transcurrieron los primeros días de detención para Carromero. Ya lo sabía y era duro", asegura la bloguera.
Yoani se permitió un último desaire a sus guardianes cuando la iban a trasladar a La Habana y "uno de mis captores tendió su mano para ayudarme a subir al microbús donde también estaba mi esposo". "No acepto cortesía de represores", les espetó la bloguera.
Reaciones a la detención
Gobiernos y organizaciones de periodistas reclamaron la puesta en libertad de la bloguera crítica con el régimen castrista. "Estamos profundamente preocupados por el uso repetido por parte del Gobierno cubano de las detenciones arbitrarias para silenciar a los críticos, interrumpir reuniones pacíficas y obstaculizar el periodismo independiente", ha indicado el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner.
El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Giulio Terzi ha dado "instrucciones para que se cumplan los pasos oportunos en Bruselas a fin de que la Unión Europea eleve su nivel de atención y evalúe posibles iniciativas en el marco de la acción llevada a cabo en el ámbito del respeto de los Derechos Humanos en Cuba".
"La detención de estos periodistas indica claramente que el Gobierno cubano continúa su práctica de castigar al periodismo independiente", denunció, por su parte, Carlos Lauría, coordinador para las Américas del Comité de Protección para los Periodistas (CPJ), en un comunicado difundido en Nueva York.