Los tories empiezan su congreso con la economía y Europa como platos fuertes
- Quieren detallar nuevas medidas para impulsar el crecimiento económico
- Los laboristas ganan terreno en los sondeos
El Partido Conservador ha empezado este domingo en Birmingham su congreso anual con la intención de detallar nuevas medidas para impulsar el crecimiento económico y recuperar la confianza al tiempo que los laboristas ganan terreno en los sondeos y la crisis cuestiona la eficacia de sus planes de austeridad.
El primer ministro británico, David Cameron, aprovechará la cita anual, que durará hasta este jueves, para tranquilizar a sus correligionarios en cuestiones peliagudas como la economía y Europa, si bien algunas de sus propuestas colisionan con los deseos de sus socios liberaldemócratas en la coalición.
Además, los tories se enfrentan al reto de superar el éxito cosechado hace unos días en Manchester por los laboristas -primeros de la oposición- en cuyo congreso, su líder, Ed Miliband, presentó a su partido como la formación capaz de lograr la unidad nacional para salir de la crisis sin divisiones y regresar a la prosperidad.
Cameron descarta recortar subsidios a los pensionistas
Ante una semana que se prevé intensa, Cameron ha adelantado algunos de esos puntos a la BBC, donde ha rechazado, por ejemplo, las exigencias del Partido de Nick Clegg de imponer un impuesto a las propiedades más caras (mansion tax) a la vez que ha descartado recortar subsidios a los pensionistas acaudalados para erradicar el déficit.
Dentro de un contexto de recesión, que cuestiona la eficacia del plan de austeridad aplicado por el Ejecutivo para estimular el crecimiento, el líder tory ha considerado que es "demasiado pronto" para descartar que su Gobierno pueda cumplir el objetivo de reducir la deuda pública antes de 2015.
"No puedo pronosticar la economía y no puedo saber exactamente lo que ocurre diariamente con el crecimiento, pero puedo afirmar que nuestra economía se está reequilibrando", ha asegurado el político.
La ejecución de más medidas de austeridad y la necesidad de recortar en 2015-2016 el gasto público en otros 16.000 millones de libras(19.797 millones de euros) fueron otros proyectos adelantados por Cameron, quien ha asegurado, pese a ello, que los esfuerzos para reducir el déficit serán "justos".
Durante las próximas jornadas, se anunciará la congelación para el próximo año en Inglaterra del "council tax" (impuesto sobre la propiedad), así como la imposición de un tope para que las tarifas de los billetes de tren no puedan aumentar más de un 1% por encima del Índice de Precios Minoristas (RPI).
Posición británica en la zona euro
La posición británica en la zona euro, en un momento en que la UE empieza a negociar su próximo presupuesto para 2014-2020, será otro de los temas que previsiblemente se tocarán en el congreso y que más fricción generan tanto dentro del partido como en la coalición.
A este respecto, Cameron sigue comprometido, si fuera necesario, a emplear el veto británico para bloquear el presupuesto de la UE de considerar que éste no favorece los intereses de su país, según desvela en una entrevista publicada este domingo por The Sunday Telegraph. "Si hay que decir 'no' a un tratado que no sea adecuado para el Reino Unido, diré no", ha dicho.
El "Premier" es partidario de que la UE tenga dos presupuestos separados: uno para los 17 países que conforman la eurozona y otro para los diez -entre ellos el Reino Unido- que se encuentran fuera de la moneda única, una idea que podría resultar popular entre los diputados tories que más presión han ejercido para que se celebre un referendo sobre el futuro del país dentro de la UE.
Pero a la vez que complace a los miembros de su partido, Cameron se arriesga a provocar desacuerdos con la formación de Nick Clegg, gran precursor de incrementar los vínculos entre Londres y Bruselas.
Único país que se negó a apoyar el pacto fiscal
El pasado diciembre, el Reino Unido fue el único de los 27 países de la UE que se negó a apoyar un pacto fiscal para superar la crisis en la eurozona debido a que no se aceptaron las salvaguardas que pedía para la "City" -centro financiero de Londres-, una decisión que sentó mal a los liberaldemócratas.
Sobre otros derroteros, el dirigente conservador restó importancia a la amenaza potencial que podría representar para su liderazgo el alcalde de Londres, Boris Johnson, cuya popularidad se ha visto notablemente incrementada a raíz del éxito de los Juegos Olímpicos de Londres este verano.
Esa popularidad del primer edil ha quedado respaldada por un sondeo de opinión, divulgado por el dominical The Observer, que apunta a que los votantes preferirían a Johnson, por un amplio margen, como próximo líder tory antes que a David Cameron.