Científicos de Australia aprenden a combatir las estrellas de mar que matan los corales
- Una sustancia a base de carbonatos y proteínas animales acaba con ellas
- La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales en 27 años
Un equipo de científicos ha descubierto un método para combatir la especie de estrella de mar conocida como corona de espinas, que está acabando con los corales en medio mundo, como la Gran Barrera de Australia, el mayor arrecife coralino del mundo, ha anunciado la Universidad James Cook de Australia.
"Un brote de coronas de espinas puede destruir entre el 40 y el 90% de los corales. En los últimos 50 años, han causado más daños que el blanqueo (una de las mayores amenazas del coral)", ha asegurado el colombiano Jairo Rivera Posada, de la Universidad James Cook, en un comunicado.
“Un brote de coronas de espinas puede destruir entre el 40 y el 90% de los corales. “
Rivera, nacionalizado australiano, se encontraba con su profesor, Morgan Pratchett, en la isla Lizard, en el norte de la Gran Barrera de Coral, cuando se dio cuenta de que la solución que se utiliza para cultivar bacterias Vibrio podía afectar a las coronas de espinas.
Con esta idea en mente, los científicos elaboraron una sustancia a base de carbonatos y proteínas extraídas de tejidos animales que mata a estos invertebrados o Acanthaster planci. Además, otras estrellas de la misma especia que estuvieron próximos al sujeto tratado se contagiaron con afección mortal.
Pratchett ha opinado que este hallazgo abre las puertas para desarrollar un método seguro y rápido para controlar las colonias de coronas de espinas, pero a la vez advirtió de que aún deben analizar el efecto de la mezcla en otras especies y el medioambiente.
La Gran Barrera de Australia ha perdido la mitad de sus corales
El Instituto Australiano de Ciencias Marinas advirtió hace unos días que la Gran Barrera de Coral ha pedido más de la mitad de sus corales en los últimos 27 años a consecuencia, principalmente, de las tormentas y las coronas de espinas.
La investigación señala que si se erradican las coronas de espinas, la tasa anual de recuperación de los corales podría aumentar en un 0,89%.
La destrucción de los corales es causada en un 48% por las fuertes tormentas y en un 42% por la presencia de las corona de espinas (Acanthaster planci).
La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento del nivel de acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.