Romney hará "un cambio de rumbo" en Oriente Medio frente a la política de "esperanza" de Obama
- El candidato republicano explica las bases de su política exterior y de defensa
- Anuncia que armaría a los rebeldes sirios y presionaría más a Irán
- La política exterior será el tema del próximo debate entre ambos candidatos
El candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, ha defendido que Estados Unidos debe "cambiar el rumbo" de su política en Oriente Medio en un discurso en el que ha esbozado las líneas básicas de su postura sobre política exterior, el tema del segundo debate electoral.
El candidato ha hablado en el Instituto Militar de Virginia, una universidad situada al este del país en la que también participará en una mesa redonda con generales retirados y allí ha detallado toda una enmienda a la totalidad a la política exterior en la zona de su rival demócrata, Barack Obama., que ha resumido en una frase: "La esperanza no es una estrategia".
Para ello ha usado como hilo conductor los ataques contra las embajadas estadounidenses y la muerte del embajador de EE.UU. en Libia, Christopher Stevens, en uno de esos asaltos.
"Los ataques contra Estados Unidos el mes pasado no deben ser tomados como actos aislados", ha declarado en referencia a los asaltos, que se produjeron en reacción a la difusión de un vídeo islamófobo.
Para Romney, "los últimos asaltos no pueden acharcarse a un vídeo rechazable que insulta al Islam pese a los intentos de la Administración Obama de convencernos de eso" sino que, a su juicio, "ilustran la lucha más profunda que atraviesa todo Oriente Medio, una región que vive su conmoción más profunda en el último siglo. Las líneas de fractura pasan claramente por Bengasi".
Los republicanos han denunciado la reacción de la Administración Obama al ataque contra el consulado americano en Bengasi el pasado 11 de septiembre, en el cual el embajador en Libia, Christopher Stevens, murió asfixiado.
En concreto, le reprochan a la Casa Blanca haber esperado varios días antes de calificar el ataque de "terrorista" y de subestumar las amenazas antiestadounidenses.
"No podemos ayudar a nuestros amigos y derrotar a nuestros enemigos si nuestras palabras no van acompañadas de hechos (...), y si la percepción de nuestra estrategia no es la de una asociación sino la de pasividad", ha considerado.
Siria e Israel
Romney, cuyos asesores en política exterior incluyen desde los "realistas" a los "neoconservadores" del Partido Republicano, ha acusado de manera repetida a Obama de ser blando en temas de política exterior y ha puesto como ejemplo lo ocurrido con la guerra en Siria o el programa nuclear iraní.
"El presidente ha dejado de liderar el camino en Siria, donde más de más de 30.000 hombres, mujeres y niños fueron masacrados por el régimen de Asad en los últimos 20 meses", ha declarado.
Además, "una vez que junto a nuestros socios identifiquemos y se organicen aquellos miembros de la oposición que comparten nuestros valores", apoyará el envío de "las armas que necesiten para derrotar a los tanques de Asad, sus helicópteros y aviones de combate".
Además, si es elegido presidente, Romney reforzará las sanciones contra Irán para evitar que desarrolle armas nucleares y se alineará de forma aún más clara con Israel.
"Las relaciones entre el presidente de Estados Unidos y el primer ministro israelí, nuestro aliado más cercano en la región, han conocido fuertes tensiones (...) Es una situación peligrosa que retrasa la esperanza de paz en Oriente Medio y anima a nuestros adversarios comunes, en particular a Irán", ha defendido.
Amigo personal del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con quien trabajó en 1970 en la consultora Boston Consulting Group (BCG), Mitt Romney también ha querido tranquilizar respecto a su interés personal en la resolución del conflicto palestino-israelí después de la publicación de un video, filmado sin su conocimiento, en el que afirmó que "un camino hacia la paz es casi impensable".
En sus palabras ha vuelto a la senda clásica de la política exterior republicana y ha expresado su apoyo a la solución de dos estados que convivan de manera pacífica y con pleno respeto a la seguridad de Israel.
En cuanto a Europa, Romney ha subrayado que "no tendría ninguna flexibilidad" con el presidente ruso, Vladimir Putin, respecto al proyecto de escudo antimisiles, al contrario de lo que ha defendido Obama.
También subordinará cualquier ayuda financiera a Egipto al respeto al tratado de paz con Israel y aumentará el presupuesto estadounidense en Defensa.
Con este discurso, anunciado desde hace varios días, Romney trata de mostrar una estatura de estadista en política exterior y defensa, un dominio en el que la mayoría de los estadounidenses tiene mucha más confianza en Obama.
Confrontación con Obama
Según un sondeo realizado a finales de septiembre, el 46% de los encuestados estiman que Obama lo haría mejor que Romney en política extranjera frente a un 40% que piensa de forma inversa, una mejoría neta respecto al mismo sondeo de julio (47% frente a 32%).
"Que empiece el combate", ha declarado por su parte Lis Smith, portavoz del candidato demócrata.
"El presidente Obama ha diezmado las filas de Al Qaeda, terminó de manera responsable a la guerra en Irak, ahora está de vuelta a nuestros soldados en Afganistán y luchó contra las trampas de China", ha enumarado la portavoz.
Obama ha recordado en un vídeo electoral las meteduras de pata de Romney en su reciente gira por Europa e Israel, donde sus palabras sobre la organización de los Juegos Olímpicos de Londres o las diferencias culturales entre Israel y Palestina provocaron airadas respuestas.