El 'banco malo' tendrá entre 40.000 y 60.000 millones de balance, según el Banco de España
- Sus activos y pasivos de la nueva entidad sumarán esa cantidad
- El organismo regulador advierte que no venderá activos "a cualquier precio"
El subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fernando Restoy, calcula que la sociedad de gestión de activos o banco malo tendrá un balance de entre 40.000 y 60.000 millones de euros, por lo que se constituirá como una entidad de "capital mediano".
Así lo explicó el pasado 2 de octubre, durante su última comparecencia ante la subcomisión de seguimiento del FROB en el Congreso que, como es habitual, se celebró a puerta cerrada, pero a cuyas actas ha tenido acceso Europa Press.
En esta sesión, Restoy justificó por su complejidad la lentitud con la que se está poniendo en marcha esta entidad, "fundamental" -dijo- para avanzar en el proceso de recapitalización y reestructuración del sector financiero español.
"Estamos hablando de algo que puede tener, ya veremos cuánto, pero a lo mejor entre 40.000 y 60.000 millones de euros de balance. Estamos hablando de un banco de un capital mediano. Por lo tanto, la complejidad de su puesta en marcha y su eventual gestión no es trivial", aseguró Restoy, quien indicó también que "en las próximas semanas habrá ya una publicación donde se vean los detalles del diseño general" de esta entidad.
Además, el presidente del FROB defiende que se espera una "rentabilidad razonable" de esta nueva sociedad, que deberá estar en funcionamiento a principios de diciembre.
El banco malo "no venderá a cualquier precio"
Sin embargo, Restoy advirtió que el objetivo del banco malo no es "vender a cualquier precio" los activos que le traspasen las entidades nacionalizadas o recapitalizadas y que, ha reiterado, serán valorados de "una manera relativamente conservadora".
De hecho, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró hace unas semanas que, aunque es pronto para hablar de qué descuento se aplicará en el trasvase de los activos al banco malo, éste "habrá de ser lo suficientemente conservador y cauto" como para que la sociedad de gestión resulte rentable a medio y largo plazo y atraiga la inversión privada.
En ese sentido, Restoy no mencionó directamente el precio que pagará el banco malo a las entidades por sus activos, aunque sí se refirió al que marcará para su venta. "No estamos hablando de vender a cualquier precio en estos momentos, pero estamos hablando del cálculo de un valor razonable. Es decir, estamos hablando de cálculo de flujos esperados en condiciones razonables futuras", precisa Restoy, que hace alusión a que el banco malo contará con 15 años para poder deshacerse de sus activos, lo que a su juicio da "suficientes probabilidades de revalorización".
La revalorización futura de activos como incentivo para inversores privados
Ese horizonte de revalorización de los activos que adquiera el banco malo es de crucial importancia para ofrecer "incentivos suficientes" a los inversores privados, para que "decidan apostar su dinero a obtener beneficios por su inversión en esta compañía". Así, el Ministerio de Economía espera contar con una participación minoritaria del FROB y otra mayoritaria (al menos el 55%) de inversores privados.
Sobre este asunto preguntaron diferentes portavoces parlamentarios en la sesión de la subcomisión, que se interesaron por conocer cómo se conseguiría atraer esta participación de las entidades sanas, que han expresado sus temores a que el banco malo cause desequilibrios en el sector o que provoque una bajada de los precios de los activos inmobiliarios hasta niveles insostenibles.
En este sentido, el diputado popular y coordinador de la subcomisión de seguimiento del FROB, Fernando López Amor, opinó que tanto ese fondo como el Banco de España deben "tocar a rebato" para que las entidades financieras que no necesitarán ayuda pública participen en el banco malo.
"Yo creo que todavía en este país el Banco de España y el FROB tienen una cierta autoritas, además de la potestad, para tocar a rebato, tocar a generarla y decir: esto hay que solucionarlo y de aquí no nos podemos levantar diciendo 'yo no participo, a mí me viene bien porque yo estaba bien, porque el otro está peor'", reclamó López Amor.