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El Gobierno de Filipinas y la guerrilla islámica del sur del país firman el acuerdo de paz

  • Acaba con una lucha armada que ha causado decenas de miles de muertos
  • Los rebeldes renuncian a un estado propio y aceptan la autonomía

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El presidente del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), Murad Ebrahim (2ºizda), entrega un gong al presidente filipino, Benigno Aquino III, durante la firma del acuerdo
El presidente del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), Murad Ebrahim (2ºizda), entrega un gong al presidente filipino, Benigno Aquino III, durante la firma del acuerdo.

El Gobierno de Filipinas y la guerrilla del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) han firmado este lunes un acuerdo marco de paz para acabar con más de tres décadas de lucha armada que ha causado decenas de miles de muertos.

El jefe del Estado filipino, Benigno Aquino, y el líder del FMLI, Al Haj Murad Ebrahim, han presenciado en el Palacio presidencial de Malacañang de Manila la rúbrica de este histórico documento, que contempla una hoja de ruta hasta el 2016.

"Hoy firmamos un acuerdo marco que puede sellar al fin una paz genuina y duradera en Mindanao", ha dicho Aquino tras la firma en referencia a la región del sur de mayoría musulmana.

El FMLI, el mayor grupo guerrillero del país, renuncia a la creación de un Estado independiente en el sur de mayoría islámica a cambio de la creación de una región autónoma que recibirá el nombre de Bangsamoro, como los musulmanes designan a su tierra ancestral.

El acuerdo ha sido firmado por los jefes de los negociadores del Gobierno, Marvin Leone, y el de la guerrilla musulmana, Mohagher Iqbal.

Al acto asistieron delegados de ambas partes, así como Najib Razak, primer ministro de Malasia, donde se han llevado a cabo la mayor parte de las negociaciones en los últimos 15 años.

Los musulmanes tendrán autonomía

El pacto gestado en Kuala Lumpur establece la creación de Bangsamoro, vocablo que significa pueblo musulmán y que sustituirá a la actual Región Autónoma del Mindanao Musulmán, considerado un "experimento fallido" por el presidente Aquino.

Como contrapartida, el FMLI se ha comprometido a dejar las armas una vez finalizado el proceso en 2016 después de más de tres décadas de lucha armada que ha ocasionado 150.000 muertos y cerca de 2 millones de desplazados.

Los musulmanes exigen un mayor control de la gestión en las provincias meridionales, que a pesar de la riqueza de sus recursos naturales se encuentran sumidas en la pobreza tras décadas de conflicto.

Aquino, que comenzó su mandato en junio de 2010, declaró una prioridad conseguir la paz y convencer a la mayoría católica del país de la conveniencia de otorgar más autonomía a la comunidad islámica en el sur.

El FMLI, que cuenta con unos 12.000 militantes, nació de un grupo escindido en 1977 del Frente Moro de Liberación Nacional cuando éste aceptó negociar una solución que no fuese la independencia, aunque ahora también renuncian a la formación de un Estado islámico.