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Choques directos y acusaciones de mentir jalonan el segundo debate entre Obama y Romney

  • Obama no pierde oportunidad para lanzar golpes a su rival 
  • Intensidad en el debate sobre impuestos y el atentado de Bengasi
  • La ley sobre inmigración, también presente 

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Un debate mucho más vivo, con interrupciones constantes y acusaciones de mentir u ocultar la verdad. Esas, y un Barack Obama a la ofensiva, han sido las principales novedades del segundo cara a cara, que ha animado una campaña que las encuestas muestran como reñida.

El empleo, caballo de batalla

"No es cierto". Esta quizá ha sido la frase más escuchada durante este segundo asalto. Los candidatos se han acusado mutuamente de mentir u ocultar información. La primera ocasión, al hablar del empleo.  Romney ha prometido bajar los impuestos a la clase media y a la vez crear puestos de trabajo, a lo que Obama ha respondido que el "único plan" de su rival es "garantizar que los ricos juegan con reglas distintas".

Hidrocarburos vs. energías renovables

Otro momento de tensión entre ambos candidatos, que se han llegado a interrumpir y a solaparse, a veces dando la espalda al público,  se ha producido al hablar de energía.

Mientras el demócrata insiste en apostar por las energías renovables y en "fabricar coches eficientes" para la exportación, su rival republicano se ha comprometido a "luchar por el petróleo y por el carbón" con nuevas prospecciones en Alaska y las costas de Virginia.

Sarcasmo sobre los ingresos de Romney

"Quiero reducir los impuestos a la clase media porque han soportado demasiado y no voy a reducir la parte que pagan aquellos que más ganan". Así se expresaba el aspirante.

Según Obama, las cuentas para bajar las tasas y a la vez reducir el déficit no cuadran y Romney oculta sus verdaderas intenciones. En uno de sus numerosos ataques, el presidente ha aprovechado para recordar que el republicano se beneficia en persona de las baja progresividad fiscal.

"La pregunta sobre cómo lo va a hacer... no lo puede decir. El solo paga el 14% de sus impuestos, cuando ustedes pagan más", ha recordado al auditorio.

Y esta no ha sido la única ocasión en la que el actual ocupante de la Casa Blanca ha aireado la opulencia económica de su rival. Durante la discusión sobre la competencia con China y las supuestas inversiones de Romney en el gigante asiático, este ha retado a Obama a que compruebe que su jubilación también está invertida en fondos chinos. "No miro mi pensión tan a menudo. La mía no va a ser tan grande como la suya", ha comentado con sorna el presidente, provocando las risas de parte del público.

Atentado en Bengasi

Quizá el momento más intenso ha llegado al hablar del atentado contra el consulado de EE.UU. en Bengasi (Libia). Un día después de que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quisiera exonerarle tanto a él como al vicepresidente, Joe Biden, por el ataque y la confusión posterior, Obama ha tenido que responder directamente a la moderadora, Candy Crowley.

"Clinton hace un trabajo extraordinario, ella trabaja para mi y yo soy siempre responsable y por eso nadie está más interesado que yo en saber qué pasó".

"Días  después estaba recibiendo los ataúdes y la mera sugerencia de que  cualquier persona de mi equipo, ya fuera la secretaria de Estado o el  embajador en la ONU, haría juegos politicos o engañaría es ofensivo, no es  lo que hacemos, ni como presidente ni como comandante en jefe", ha  zanjado Obama con pose grave.

Romney no ha perdido la oportunidad de destacar este  reconocimiento de responsabilidad y ha criticado que pasaran dos semanas  "antes de que supiéramos si era algo planificado".

El exgobernador de  Massachussets ha negado que su rival calificara lo ocurrido como acto  terrorista, a lo que la propia Crowley ha puntualizado, para zanjar la  cuestión: "Él (Obama) dijo que era un acto terrorista, y tardaron dos semanas en conocerse lo que había pasado". Algunas personas del público han aplaudido la intervención de Crowley, que sin duda será polémica.

Romney niega que apoye la ley migratoria de Arizona

El debate sobre inmigración también ha estado presente. Ha sido Lorraine Nazario, una participante de origen latino, la encargada de preguntar qué se va a hacer con los inmigrantes que ya viven en EE.UU.

El presidente ha acusado al aspirante republicano de tener como modelo la ley de Arizona, que legaliza las identificaciones basadas en criterios raciales. El exgobernador de Massachusetts lo ha negado categóricamente para pasar al contraataque. "Hace cuatro años (Obama) dijo que en su primer año en el cargo iba a cambiar la legislación, y no ha sido así. Ha incumplido su promesa". 

Alegatos finales

Los alegatos finales de ambos participantes en el debate han sido, como suele ocurrir, su momento para pedir el voto. No obstante, Obama no ha querido dejar pasar la oportunidad de solgar un último "gancho" a su rival, y ha colado una mención al famoso vídeo del 47%, que tanto ha perjudicado la imagen de Romney entre las clases trabajadoras.