El Teatro Español, uno de los más antiguos del mundo, nos enseña sus entrañas

• Las visitas guíadas tienen lugar de martes a vienes, a las 12 h
• El precio general es de 3 euros y 1 euro para jóvenes y mayores
• Entrada gratis para desempleados
• Hemos acompañado a un grupo en su visita al teatro municipal

Los visitantes miran con detalle todas las estancias del Teatro Español, durante el recorrido guíado.

EL TEATRO REAL TAMBIÉN ENSEÑA SU CORAZÓN

Un recorrido artístico y otro técnico se suman al general, ya existente, para conocer los secretos de funcionamiento del Teatro, coincidiendo con el 15 aniversario de su reapertura.

El Teatro Real ha puesto en marcha un nuevo programa de visitas guiadas, coincidiendo con el 15 Aniversario de su reapertura, con el que quiere dar a conocer tanto la historia del edificio y sus protagonistas, como los principales espacios técnicos y artísticos.

Para ello se han diseñado dos interesantes recorridos, uno técnico y otro artístico, que se suman al general que ya existía, y mostrarán al visitante las zonas de trabajo hasta ahora ocultas al público, poniendo de manifiesto por qué la versatilidad y dimensiones de su caja escénica y la buena disposición de sus espacios artísticos hacen del Real uno de los mejores Teatros del mundo.

Las visitas tendrán lugar todos los días de la semana, con una duración aproximada de 1 hora y, dependiendo de la modalidad elegida, podrán acceder a las salas de ensayo de ballet, orquesta y coro, los talleres de sastrería, caracterización, los camerinos, la zona de descarga y montaje de los decorados o el escenario, guiados por especialistas de la Asociación de Amigos de la Ópera de Madrid.

Hay precios reducidos para mayores de 65 años, menores de 26 y familias numerosas

La guía señala la hermosa 'araña' que del Salón Tirso de Molina, cuyos balcones dan a la Pza. de Santa Ana. Una adolescente de 13 años pregunta qué es una 'araña'. Beatriz Montiel, quien acompaña todos los días a los visitantes del Teatro Español, se lo explica pacientemente.

Hoy, acompaña a un grupo de alumnos de 3ºESO del Instituto Francisco Ayala de Hoyo del Manzanares (Madrid). Junto a ellos, hay también en el grupo de visitantes, algunos adultos que han ido por su cuenta.

Unos minutos antes, el grupo ha visto en la sala contigua, un curioso reloj, que en otros tiempos,hizo las funciones de ascensor para subir comidas para el distinguido público que acudía a este teatro, el más antiguo de la capital de España y que el 1 de septiembre de 2012, cumplió nada menos que 429 años. Aunque es difícil determinarlo, por la cuestión de reconstrucciones (como la del Globe de Londres), el Español podría ser también el teatro más antiguo del mundo; o al menos uno de los más antiguos.

Una historia plagada de curiosidades, sucesos tales como incendios, y diversas transformaciones. En sus inicios, fue un corral de comedias, sin butacas con el publico de pie, muy diferente al teatro a la francesa, que hoy podemos ver.

Observando detalles

Desde la altura del anfiteatro, Isabel ha pedido al grupo que observaran la forma de herradura que tiene hoy el teatro. También les ha pedido que se fijaran en el suelo de las primeras filas. Las dos primeras, cuenta, pueden levantarse para acoger -en algunos montajes- el foso de la orquesta, en este "patio de butacas practicable".

Tambien llama su atención sobre los espejos que adornan las paredes laterales de los palcos. Les pregunta a los estudiantes para qué servirián. Uno dice que para verse guapo ante ellos. Ella les cuenta que era para "cotillear" quien estaba o no en la sala.

Ya, sobre las propias tablas del escenario, la guía explica que este teatro no es sólo, el más antiguo de Madrid, sino uno de los que tienen mejor acústica de Europa. "Sin forzar la voz se puede escuchar a quien esté encima del escenario desde cualquier punto de la sala", apunta.

Los alumnos del grupo -que están estudiando teatro en su instituto- puede sentir la sensación de pisar por primera vez las tablas de un teatro. Y ver, de cerca, la utilería preparada ya para la función de esta tarde de la obra Los conciertos de San Felipe. También fijarse en las telas negras (ocultas normalmente al público) que hacen que este escenario esté "aforado".

Actores "entre patas"

Pero las emociones no se detienen sobre las tablas del escenario. Tampoco es habitual, poder subir a continuación hasta los telares, parte superior del escenario, de donde bajan o a donde suben los telones, bambalinas y otros elementos móviles del decorado. Allí cuenta Isabel cómo el lenguaje técnico tiene mucho que ver con la marinería ya que los primeros técnicos en manejar estos artilugios teatrales eran marineros.

También se enteran aqui los visitantes que aunque existen telones motorizados, nadie puede suplir la sutileza humana a la hora de manejar los telones tradicionales. Además, la guía nos da una interesantísima lección de vocabulario teatral. Al estar las bambalinas tan arriba, sería incorrecto afirmar -como solemos hacer- que un actor está entre bambalinas. Más preciso sería decir que un actor está "entre patas".

Por traviesos o despistados que sean los chicos (y éstos de hoy lo son, aunque no se portan del todo mal) la propia historia del Español atrapa su atención. Así contemplan admirados el que fuera palco real, y frente a él, mayor aún, el palco del alcalde. El aposento real (con su baño), anexo al palco o el ascensor (hoy en desuso) que utilizara Alfonso XII para llegar a su palco.

El palco del Alcalde

El recorrido -que no llega a la hora- no olvida visitar el patio que hace de distribuidor de las oficinas teatrales municipales (prensa, administración, dirección).

Y es que desde este teatro -y desde hace tan solo unos meses - se gobiernan todos los teatros municipales (Matadero que pertenece al Español pero también por ejemplo el Fernán Gómez o el Price).Y después de este recorrido entre oro y sedas rojas, terminamos en lo más modesto del Teatro Español: su sala pequeña.

Lla más austera y experimental pero que ha albergado muchos tesoros teatrales, y que ademas, tiene su propia entrada y salida Por ella, salimos a la Plaza de Santa Ana. Felices por conocer mejor el teatro más antiguo y para muchos, el más querido de Madrid.