Berlusconi niega ante el tribunal del caso Ruby todos los cargos de los que se le acusa

• "Jamás he tenido encuentros íntimos con ella", dice el exprimer ministro italiano
• Niega también que presionara a la Policía para que dejaran en libertad a la chica 
• La última vez que Berlusconi compareció fue en abril 

Berlusconi podría enfrentarse a una pena máxima de 15 años de cárcel

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha desmentido este viernes todas las acusaciones que se hacen contra él en el proceso conocido como Rubygate, donde está acusado de incitación a la prostitución y de abuso de poder.

"Puedo excluir, con absoluta tranquilidad, que se hayan desarrollado escenas de naturaleza sexual en mi casa", ha dicho Berlusconi ante el tribunal.

Como estaba previsto, Berlusconi no se sometió al interrogatorio de los fiscales y tomó la palabra para realizar una declaración sobre su versión de los hechos.

"Después de las cenas se organizaban espectáculos sin ningún contenido vulgar o escandaloso. Se veía lo que se puede ver en cualquier local", ha explicado Berlusconi, quien aha agregado que estas fiestas se organizaban en la discoteca de su casa de Arcore y que todo se realizaba ante la presencia de camareros, músicos, agentes de la seguridad, técnicos e incluso a veces sus hijos pasaban a saludar.

Berlusconi considera que su vida privada ha estado siempre bajo la atención mediática, por lo que sabía que era imposible que no se contasen estas fiestas, y ha añadido que como no había nada que ocultar, nunca realizó controles a sus huéspedes.

"Durante estas noches, yo monopolizaba la atención hablando de política, de fútbol, de cotilleos y me divertía contando chistes o cantando las canciones de mi repertorio juvenil", ha agregado.

El exprimer ministro también ha negado las acusaciones de prostitución al aseverar que nunca ha dado dinero por relaciones intimas a las personas que acudieron a sus casas.

Llamada para liberar a Ruby

Berlusconi también aclaro la llamada en la noche del 27 al 28 de mayo de 2010, que hizo a una comisaría de Policía de Milán para que dejaran en libertad a la joven marroquí Karima El Marough, más conocida como Ruby, y que había frecuentado las fiestas del ex mandatario. Ruby estaba acusada de robo y, por esta llamada, la fiscalía de Milán le acusa de abuso de poder.

Como ya ha reiterado en otras ocasiones, Berlusconi ha vuelto a mantener que creía que Ruby era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak y que intervino para "evitar un incidente internacional".

Berlusconi ha explicado que tras saber que Ruby había sido conducida a una comisaria le vino a la cabeza el arresto en Suiza de Hannibal, el hijo del líder libio, Muamar Gadafi. "Fue algo espontáneo comparar el caso Ruby con el de Hannibal y no quería crear un incidente diplomático", ha asegurado y ha negado que presionara al funcionario.

El exprimer ministro ha afirmado que se sorprendió cuando la asesora regional Nicole Minetti, también acusada de favorecer la prostitución en un juicio paralelo, le comentó que Ruby no era egipcia sino marroquí y además era menor de edad.

"Me quede de piedra al darme cuenta de su segunda identidad.  Desde ese momento consideré que no me tenía que ocupar más de ella", aunque ha reconocido que ante las insistencias su tesorero dio a Ruby algunos miles de euros. Pero ha especificado que "no es razonable" creer que ese dinero se le dio porque temía que Ruby contase el contenido de las fiestas.

También ha subrayado que no ha mantenido ninguna relación "intima" con Ruby y que "todos creían que era mayor de edad, no solo porque decía que tenia 24 años sino también por su aspecto físico y su comportamiento".

Berlusconi ha dicho durante su declaración que ha leído en algunos periódicos que su "condena esta ya escrita" y ha espetado que "esto no sea así, pues si no este seria un país incivil y bárbaro".

Sobre por qué no ha querido someterse al interrogatorio, Berlusconi ha vuelto a cargar contra la magistratura al asegurar que en este Tribunal le persiguen desde hace 20 años.

El pasado 20 de abril, Berlusconi ya había comparecido por sorpresa en el juicio del caso Ruby, pero no realizó alguna declaración