El Ejército libanés advierte que no permitirá que la violencia se extienda en el país
- En las últimas horas han muerto ocho personas, tres en Trípoli
- Los incidentes ocurren tres días después de la muerte del jefe de la inteligencia
- La oposición al Gobierno insiste en acusar a Siria
El Ejército libanés han intervenido este lunes para poner fin a los disturbios en Beirut y otras regiones, que han dejado al menos ocho muertos y decenas de heridos, según Efe, en las últimas horas e incrementado los temores a un repunte de la tensión confesional.
Tras los actos de violencia ocurridos la víspera en Beirut, después del asesinato del jefe de la inteligencia policial, general Wisan al Hasan, asesinado en un atentado el pasado viernes, el caos se ha extendido por el resto del país.
Esta situación ha llevado a las Fuerzas Armadas a advertir en un comunicado que reprimirán cualquier ataque para preservar la paz civil porque "el destino de la nación está en juego" y la seguridad es "una línea roja".
Graves enfrentamientos en Trípoli
Los enfrentamientos más graves se han registrado este lunes en la ciudad norteña de Trípoli, donde tres personas han muerto y más de veinte han resultado heridas en choques en la noche del domingo al lunes entre los vecinos de los barrios de Bab al Tebaneh, de mayoría suní, y los de Yabal Mohsen, de predominio alauí (chií).
La situación continúa tensa en el Líbano este lunes, con al menos tres personas muertas y decenas de heridos en enfrentamientos en varios puntos del país, según informa Efe, como consecuencia de la ola de violencia iniciada con el asesinato del jefe de la inteligencia policial, general Wisam al Hasan.
Pese a que la presencia militar restableció temporalmente la calma en Trípoli, a última hora de la tarde se han reanudado los choques con la muerte de una nueva persona.
Mientras, unidades militares, apoyadas por tanques, se han desplegado en los barrios beirutíes de Qasqas, Cola, Corniche Mazraa y Tarik Yedid, donde elementos armados enmascarados han bloqueado las calles con basura, piedras, hierros y neumáticos quemados.
En Qasqas, un grupo de hombres armados ha disparado a los soldados que trataban de restaurar el orden y, según un comunicado del Ejército, los uniformados han abatido a uno de ellos, un palestino identificado como Ahmad Quaider.
El general Jean Kajwayi, comandante en jefe del Ejército, inspeccionó a las tropas de Beirut y les ha ordenado proteger a los civiles y no tener clemencia con los elementos armados, independientemente de sus afiliaciones, según informó la agencia de noticias libanesa, ANN.
"Momentos muy críticos" para el país
En su comunicado, las Fuerzas Armadas han subrayado que "los incidentes en algunas partes han llegado a niveles sin precedentes" y que estos acontecimientos demuestran que el país está pasando por "momentos muy críticos".
"Instamos a todos los ciudadanos a asumir su responsabilidad nacional en estas circunstancias difíciles, a no dejar que las emociones controlen la situación, a evacuar las calles y a abrir los caminos que aún siguen cerrados", dice el texto.
El Ejército también ha infomrado de que ha iniciado contactos, especialmente en las regiones donde hay fricciones sectarias y confesionales, para evitar que "el Líbano se convierta en el terreno de un ajuste de cuentas regionales y evitar la explotación del asesinato del mártir Al Hasan".
La oposición acusa a Al Asad
La oposición libanesa ha acusado del atentado directamente al presidente sirio, Bachar al Asad, recordando que ha amenazado en numerosas ocasiones con "prender fuego a la región" si se cierra el cerco sobre él, tal y como está sucediendo.
Tras el atentado, Mikati, presentó la dimisión en bloque de su Gobierno, pero el presidente, Michel Suleiman, la ha rechazado, argumentando que necesita "un plazo de tiempo" para reflexionar sobre el tema.
Líbano está gobernado actualmente por una coalición, 8 de Marzo, encabezada por el partido-milicia chií Hezbolá, que tiene en el régimen sirio a uno de sus principales valedores regionales, junto a Irán.