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Pere Vil aborda el drama de la soledad de los ancianos en 'La Lapidación de San Etienne'

  • El film trata sobre un anciano que se aferra a sus recuerdos y a su casa
  • Vil ha defendido la necesidad de un cine "de sentimientos" frente al de palomitas

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EL DIRECTOR PERE VILÁ Y EL ACTOR LOU CASTEL EN LA SEMINCI
El director de cine Pere Vilá (d) y el actor Lou Castel (i) han presentado hoy en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) la última película del realizador catalán, "La lapidation de Saint Ètienne", en la que Castel da vida a un anciano que vive solo y no quiere abandonar su casa, llena de recuerdos de su mujer e hijas muertas.

El director catalán Pere Vil, que ha presentado este martes en la Sección Oficial de la 57 Semana Internacional de Cine de Valladolid (seminci) su película 'La Lapidación de San Etienne', ha defendido el derecho del cine humano y de sentimientos "no sólo a existir sino a ser considerado".

Vil, quien ha comparecido ante los medios tras la proyección de su cuarto largometraje, que ha sido recibido con aplausos, ha reconocido que su obra, centrada en el personaje de un anciano que se aferra a los recuerdos de una familia muerta en una casa que se niega a abandonar, no puede competir con cualquier película comercial de palomitas.

"Este cine no tiene sólo derecho a existir sino también a ser considerado", ha destacado en referencia a las dificultades de llegar al espectador con una obra "humana de sentimientos" como la suya --"espero que quede un espectador con inquietud cultural... si supiera que no existe haría otra película"--.

El productor, David Pérez, se ha referido también a las dificultades de poder "sobrevivir" con películas como 'La Lapidación de San Etienne' pero se ha mostrado convencido de la necesidad de intentarlo.

El largometraje, que se estrenará a principios de diciembre en salas de cine, tiene su origen en las numerosas noticias que Vil vio en los medios referentes al hallazgo de personas ancianas muy enfermas o ya fallecidas en sus casas. "Es una situación muy terrible la de vivir esos momentos solo", ha afirmado antes de reiterar su deseo de plasmar la soledad que acompaña a una persona mayor en esas circunstancias en las que, además, se repasa lo vivido.

En este caso la historia se narra a través del personaje de Etienne, un anciano enfermo que ha perdido a su mujer y a una de sus hijas y que se aferra de manera constante a sus recuerdos, vivos entre las cuatro paredes de su casa: sus radiografías sustituyen las fotos que no existen y sus ropas cuelgan aún de las perchas de la habitación.

No abandona su casa

Pese a la insistencia de su hermano, quien le insta a superar la situación de dolor causada por las dos pérdidas, para ir a vivir juntos a una residencia, y la coacción y maltrato al que se ve sometido por parte de su hija, quien sólo desea verle muerto y fuera de casa Etienne, quien se siente culpable de lo que hizo en el pasado, se niega a abandonar su refugio.

"La casa es un personaje más", ha recalcado el director quien, tras matizar que el viejo y desordenado inmueble tiene "vida propia", ha rechazado que su intención radicara en hacer una película religiosa pero sí en mostrar las distintas opciones de abordar temas como el dolor y la muerte, representadas en este caso por la fe del hermano y por las propias creencias del protagonista, quien rechaza la existencia de un Dios tras lo que les ocurrió a su mujer y su hija.

Lou Castel actor que interpreta a Etienne, ha equiparado su personaje a un cuerpo sin órganos y ha explicado, además, que su trabajo del guión consistió en la asignación de colores para los distintos asuntos a abordar, entre los que figura, de manera muy llamativa, la relación con su hija aún viva quien, embarazada, sólo busca echarle de casa.

"En algunos momentos se cruza la línea en la relación padre-hija", ha afirmado el director antes de asegurar que se trata de un personaje "demasiado extremo y bipolar" con voluntad de torturar a su padre por el dolor causado y por el que, en un determinado momento, él le cuestiona en referencia a su futuro comportamiento con su hijo.

Radiografías y música sacra

Las radiografías, cual fotos de familia ubicadas, en este caso, en los cristales del balcón, fueron el vehículo para encontrar el tono que querían para la película y, a lo largo de ella, se suman otros "recuerdos" como la reproducción, en la pared del cuarto, del electrocardiograma de una de las mujeres que se fueron de su vida.

La música, de marcado carácter religioso, acompaña cada evasión de Etienne hacia el mundo de los recuerdos, a los que no combate pero sí se esquiva con su labor de restauración, que le lleva a la contradicción de trabajar para devolver la vida a objetos que la perdieron pero no para reconstruir la suya.

Pere Vil Barceló nació en Girona en 1975 y cursó estudios de guión en el Centre Calassan de Barcelona, donde fue discípulo del cineasta Joaquim Jord.

Es autor de diversos guiones y ha dirigido varios cortometrajes; obtuvo el premio de la Fundación Elsa Peretti por su cortometraje 'Els peixos del riu Leteo' y en 2006 rodó su primer largometraje, 'Pas a nivell', que se exhibió en varios festivales, incluido el de Rotterdam.

A continuación dirigió el corto documental 'Origen' (2008), tarea que compaginó con el rodaje de un documental sobre la Guerra Civil, 'Soldats annims' (2008), que codirigió con Isaki Lacuesta. 'La Lapidation de Saint Etienne' es su segundo largometraje de ficción.