El Museo Cerralbo estrena "La Moda es Sueño"

• La muestra recoge 25 años de talento español
• Desde Balenciaga, a Maya Hansen pasando por Manuel Piña
• Desde el 25 de octubre al 13 de enero

Un vestido de Sybilla preside el bodegón de La Moda es Sueño

Un maniquí con un diseño de Davidelfin recibe a los visitantes al final de la escalera de entrada, como la Victoria de Samotracia en el Louvre. Después, creaciones de Jesús del Pozo y Adolfo Domínguez ayudan a sumergirse en la historia; la historia de Madrid y la historia de la moda. 

La muestra presenta un diálogo entre moda y arte, situando vestidos emblemáticos en un decorado único e irrepetible. Así, un vestido de flores de Hannibal Laguna luce bellísimo junto a la colección de pintura flamenca del siglo XIX.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte quiere promocionar los museos nacionales y la moda española para potenciar el patrimonio histórico y el textil. Modesto Lomba, presidente de ACME, y Joana Bonet, directora de Marie Claire, han presentado la muestra junto a sus comisarias, Lucía Cordeiro e Isabel Vaquero. 

Nuestra piel social

Todos han destacado la importancia de “esta antología de la moda española y de los diseñadores que, década tras década, han construido la piel social de nuestro país”, ha dicho emocionada Bonet.

Hay 50 creadores representados en 117 piezas, 73 son textiles y el resto son zapatos y joyas. Hay vestidos cedidos por el Museo del Traje y otros que pertenecen a colecciones privadas o a diseñadores y firmas. Todos conviven con elegancia en salas repletas de esculturas, armaduras, tapices y pintura europea de los siglos XVI al XIX.

Un vestido de estampado de leopardo de Miriam Ocariz de la colección de otoño e invierno de 2012 a 2013  descansa junto a los retratos de Felipe III y Mariana de Austria que datan del siglo XVII; un diseño de alta costura de Josep Font se asoma bajo una magnífica lámpara de cristal de Murano; un traje de cóctel de Lydia Delgado en tonos rosas se integra en un delicado salón del mismo color; y los exclusivos vestidos de Meye Maier posan en un dormitorio que tiene una cama con sábanas de Sybilla.

Ausencias destacadas

Hay muchas ausencias. Lorenzo Caprile, Margarita Nuez, Ángela Arregui, Antonio alvarado, Felipe Varela, Antonio Pernas y Antonio Miró son algunos de los que, por distintas razones, no están representados. “Cada habitación del museo”, cuentan sus comisarias, “ha provocado la elección de los diseñadores que las visten”, en un retrato de gran belleza estética que habla del ayer, del hoy y del mañana de la moda de España. 

Destacan piezas icónicas de Pedro Rodríguez, Pertegaz, Manuel Piña, y Ágatha Ruiz de la Prada; pero también de Adrover, Rabaneda, Maya Hansen y el joyero Andrés Gallardo.

“Son piezas emblemáticas, hitos de la moda que definen el estilo de cada creador”, cuenta Joana Bonet, uno de los motores de esta exposición. “Elegimos el nombre como un guiño a Calderón de la Barca [se refiere a La Vida es Sueño] y qué mejor manera de celebrar el 25 aniversario de nuestra revista que hacer esta retrospectiva de 25 años de talento español”.

De casa a museo

El Palacete fue, de 1892 a 1927, la vivienda familiar de Don Enrique Aguilera y Gamboa, XIII marqués de Cerralbo, que a su muerte donó su patrimonio al Estado, constituyendo el museo que hoy conocemos.

Hace unos años acogió la exposición de Fortuny cuando el Ministerio adquirió la colección de vestidos plisados que ahora está en el Museo del Traje. Ese fue un aperitivo para degustar los placeres de la moda. Ahora es el gran banquete y termina, como no, con una gran fiesta. 

El gran baile

En el majestuoso salón de baile, decorado con pinturas de Juderías Caballero de 1892, esperan a que suene la música bellos vestidos que son obras de arte, algunos firmados por Balenciaga, Sybilla, Jesús del Pozo, Andrés Sardá, Josep Font y Elio Berhanyer.

La oferta de museos de Madrid que exhiben moda sigue creciendo. En estos momentos se puede ver la historia del bañador en el Museo del Traje, la exposición de Jean Paul Gaultier en la fundación Mafpre y el Arte de Cartier en el Museo Thyssen.