Ecuador, preocupado por el estado de salud de Assange, pide a Reino Unido un salvoconducto

• Assange ha perdido bastante peso y tendría problemas de visión
• El país andino, preocupado por "la falta de respuesta jurídica y ética"

El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, ha dicho que la falta de un salvoconducto que permita al fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, abandonar la embajada del país andino en Londres está minando su salud.

"Es absolutamente natural que la salud de una persona se afecte si no puede moverse de una oficina durante mucho tiempo", ha dicho Patiño en Radio La Ciudadana, una emisora de la Presidencia de Ecuador.

El canciller ecuatoriano, quién trató el tema con su homólogo de Reino Unido, William Hague, durante un encuentro en septiembre en Nueva York, ha dicho desconocer los detalles de su situación de salud, aunque ha mencionado la posibilidad de que sufra problemas de visión.

Entre tanto, el viceministro de Exteriores ecuatoriano, Marco Albuja, ha dicho en declaraciones a una emisora rusa que Assange "ha perdido bastante peso" y que a su Gobierno le preocupa que pueda enfermar.

También ha anunciado que Ecuador he pedido al Reino Unido un salvoconducto para que Assange pueda ser tratado en una clínica de Londres si necesitara asistencia médica.

Cuatro meses de asilo

Assange buscó asilo en la legación ecuatoriana el 19 de junio después de haber agotado en el Reino Unido las vías legales para evitar su extradición a Suecia, cuya fiscalía le quiere interrogar por supuestos abusos sexuales a dos mujeres suecas en 2010.

Las autoridades británicas han amenazado con detenerlo si abandona la embajada, que se encuentra bajo permanente vigilancia policial.

Wikileaks ha revelado miles de cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos y Assange teme que ese Gobierno solicite su extradición si es entregado a Suecia.

El canciller ecuatoriano ha insitido en que según el derecho internacional el australiano "tiene derecho de disfrutar del asilo" otorgado por Ecuador.

"Nosotros suponíamos que el gobierno británico era un gobierno que defendía y respetaba los derechos humanos y las leyes internacionales, pero estamos comenzando a preocuparnos por la falta de una respuesta jurídica, ética y humanitaria", ha afirmado.