El exdirigente comunista chino caído en desgracia Bo Xilai pierde su inmunidad penal
- El Comité de la Asamblea Popular China le destituye como diputado
- Antes de la renovación de la cúpula del partido el ocho de noviembre
- Ya no hay obstáculo para su imputación penal por corrupción, entre otros delitos
El exdirigente de la República Popular China caído en desgracia, Bo Xilai, ha perdido su inmunidad penal al ser destituido oficialmente como diputado por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular china (ANP), según ha informado la agencia oficial Xinhua.
Esta expulsión coincide con la opinión de los observadores, que esperaban un avance en el encausamiento de Bo Xilai antes de la renovación de la cúpula del Partido Comunista Chino en su decisivo XVIII Congreso, que se celebrará el ocho de noviembre.
Esta decisión supone, por tanto, “el paso final” que da vía libre a la posible imputación penal del que fue uno de los políticos con mayor mayor proyección para ocupar uno de los puestos del mismo Comité (grupo muy reducido de personas que domina la política china) que este viernes le ha expulsado por delitos de corrupción, abuso de poder y relaciones "inapropiadas" con mujeres.
Algunos analistas apuntan a que Bo podría ser condenado a cadena perpetua o incluso a muerte al afrontar uno de los delitos castigados con la pena capital en China: la corrupción, en esta ocasión a gran escala por aceptar sobornos por valor de más de 3,1 millones de dólares.
El mayor escándalo político en décadas
El pasado septiembre, el Partido Comunista de China le expulsó y transfirió el que es ya el mayor escándalo de la política china en décadas a los tribunales.
Todo estalló cuando el jefe de la Policía de Chongqing, Wang Lijun, intentó refugiarse el pasado febrero en un consulado de EE.UU. para revelar las malas prácticas de Bo y vincular a su esposa, Gu Kailai, con el homicidio del empresario británico Neil Heywood. Asesinato por el cual ya ha sido condenada a pena de muerte suspendida, es decir, una cadena perpetua en la práctica.
Por otro lado su delator, Wang, ha sido condenado también a 15 años de cárcel por corrupción, deserción, abuso de poder y manipulación de la ley en su propio beneficio.