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Encuentran la estatuilla ibérica prehistórica de cerámica más antigua

  • La figurilla de cerámica ha sido bautizada como el "Encantado de Begues"
  • Ha sido hallada en la cueva de Can Sadurn, provincia de Barcelona

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Un equipo de arqueólogos ha hallado en una cueva de la localidad barcelonesa de Begues la estatuilla prehistórica de cerámica más antigua de la península ibérica, con una antigüedad de unos 6.500 años. La estatuilla, bautizada como el "Encantado de Begues", ha sido hallada en la cueva de Can Sadurní por miembros del Colectivo para la Investigación de la Prehistoria y la Arqueología del Garraf-Ordal (CIPAG), en colaboración con el departamento de Prehistoria de la Universidad de Barcelona, y es 800 años más antigua que la Venus de Estepona.

La figurilla, que conserva el tronco, con un brazo completo y el inicio del otro, es, según el director de la excavación, Manuel Edo, un indicio importante de la relevancia que podría haber tenido la cueva como "punto de encuentro para los habitantes de las áreas más próximas durante el Neolítico". En los 34 años de excavación ininterrumpida en este lugar se hallaron ya en campañas anteriores las evidencias más antiguas del procesamiento y consumo de cerveza en el continente europeo.

A partir de estos hallazgos, los arqueólogos plantean como hipótesis que la cueva habría sido un lugar de banquetes en los que se consumían productos raros como la cerveza o se hacían rituales con un carácter simbólico. Manuel Edo ha señalado que la figura, que corresponde a la fase de ocupación de los inicios del Neolítico medio -se ha hallado en la capa estratigráfica 11-, representa una figura humana, probablemente masculina.

Posiblemente una figura masculina

Aunque a simple vista no se observa con suficiente claridad, cuando se examina la figura con luz rasante se distinguen, según Edo, el hueco de la columna vertebral y los dos omoplatos, así como diferentes líneas, que podrían ser grabados "que parecen reproducir algunos elementos de la indumentaria, como correajes, bandoleras, un cinturón y una faldilla".

El arqueólogo jefe de la excavación recuerda que este tipo de imágenes suelen ir vestidas a la manera humana y sin atributos sexuales claros y la única manera de diferenciar el sexo son los pechos.

"En el caso del hallazgo de Begues la ausencia de pechos femeninos y la forma de la espalda inducen a pensar que probablemente sea una figura masculina, que aún hace la estatuilla más extraordinaria, pues el 90 % de las representaciones similares europeas son femeninas", apunta el arqueólogo.

El fragmento conservado tiene 8 centímetros de altura, 1,90 centímetros de grosor y la anchura varía desde los 2,5 centímetros a la altura de la cintura hasta los 5,5 si se reconstruyeran los dos brazos. Edo ha afirmado que, en próximas excavaciones, en el mismo estrato 11, se podrían encontrar la cabeza, el otro brazo y los pies, con los que se restituiría una estatuilla de unos 18 centímetros de altura.

Los dos brazos están perforados verticalmente, lo que, en opinión de Edo, denota que la posición original que imaginó el artesano era la de una figura suspendida para colgar del cuello de una persona o en una cavidad de la cueva. Los arqueólogos del yacimiento desconocen hasta ahora cómo debían acabar los pies, "probablemente con un pie plano, como pasa en muchas de las figurillas encontradas en Francia, Italia, los Balcanes o Anatolia".