Paskaljevic analiza la obstinada capacidad humana para su autodestrucción

• El director ha presentado su último trabajo en la Seminci de Valladolid
• "Si no analizamos el pasado, no tendremos un futuro real", afirma

El director serbio Goran Paskaljevic posa junto con su compatriota el actor, antes de presentar hoy, dentro de la secciÓn oficial de la 57 Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci , la película "Al nacer el día".

Un análisis sobre la obstinada capacidad del ser humano para reincidir de forma cíclica en guerras y conflictos devastadores centra "Al nacer el día", del realizador serbio Goran Paskaljevic, que ha presentado hoy su último trabajo en la 57 Semana Internacional de Cine de Valladolid.

La cinta de Paskaljevic ha tenido una excelente acogida en la última jornada competitiva del certamen. Una propuesta muy esperada de quien hasta la fecha es el cineasta más galardonado en la historia del festival de Valladolid, con tres Espigas de Oro (1995, 1996 y 2009).

El holocausto en Serbia, del que acaban de cumplirse 70 años, es el punto de partida de un relato donde prácticamente todo -guion, escenarios e incluso personajes, algunos de ellos interpretados por descendientes de los protagonistas- es real.

Un trabajo que tiene su origen en la pirueta vital que padeció Filip David, un escritor judío-sefardí con el que Paskaljevic ha trabajado durante los últimos cuarenta años.

Los padres de ese literato de 73 años, conscientes de la trágica deriva de la población judía de Serbia tras la ocupación nazi en 1941, decidieron cambiar la identidad de su hijo y entregarlo a una familia para tratar de preservar su vida, como finalmente le sucedió al protagonista de la película, un profesor de música.

"Belgrado es el único escenario del holocausto que no tiene ningún monumento conmemorativo o indica la existencia del lugar donde hubo un campo de concentración. Ningún gobierno ni nadie ha abogado por ello", ha lamentado el cineasta serbio durante una comparecencia ante los periodistas al término de la proyección.

El antiguo recinto ferial de Belgrado, inaugurado en septiembre de 1937, fue transformado cuatro años después en un campo de exterminio judío y gitano a manos de los nazis, "y sigue como entonces, ahora completamente abandonado, sin un monumento conmemorativo", ha insistido el realizador.

"Si no analizamos el pasado, no tendremos un futuro real"

"Si no analizamos el pasado, no tendremos un futuro real", ha reflexionado el director acerca de la obstinación de los humanos para reincidir de forma periódica en guerras, disturbios y conflictos, como él mismo parece insinuar en su filme con una leve alusión a la Guerra de los Balcanes (1992), hace tan sólo veinte años.

Las consecuencias de esta última contienda bélica, hace dos décadas, son constatadas por Paskaljevic a través de reflexiones de personajes que hablan de pérdidas familiares y morales en medio de un país lastrado no sólo económicamente, sino sumido en la depresión como denuncia uno de ellos.

Un personaje que, al igual que su alterego en la realidad, habita en las ruinas del antiguo recinto ferial y campo de exterminio.

Paskaljevic habla de forma contundente por boca de los protagonistas de su cinta, como el jefe de un clan gitano que lamenta y no comprende el triste destino de sus gentes.

"Tengo la sensación de que ahora en Europa, y en el resto del mundo, los gitanos representan lo que fueron los judíos en Centroeuropa hace setenta años: se les hace responsables de todo y no se han integrado en la sociedad como es debido, pero también es culpa nuestra", ha afirmado.

"Al nacer el día" ha concursado junto a "De óxido y hueso", del francés Jacques Audiard (París, 1952), quien ya obtuvo una Espiga de Plata en Valladolid con "Un héroe muy discreto" (1991).

Se trata del relato de un inmigrante de origen africano que no puede atender a su hijo pequeño y que busca la ayuda de su hermana en Francia, donde ambos tratan de abrirse camino. Alí, protagonista de la historia, conoce a una joven y atractiva francesa de diferente extracción social.

La 57 Seminci concluye mañana con la lectura del palmarés, después de siete días de competición, y la gala de clausura con la proyección de "El ladrón de palabras", el primer largometraje de los estadounidenses Brian Klugman y Lee Sternthal, ambientado en la trastienda de la industria y el éxito editoriales.