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Arranca en Barcelona una exposición que rinde homenaje a la Avinguda del Paral·lel

  • Se puede visitar en el CCCB hasta el 24 de febrero
  • Recorre 40 años de tolerancia y de espectáculo

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Este viernes se inaugura en Barcelona 'El Paral·lel, 1894-1939'

'El Paralelo, 1894-1939'

Del 27 de octubre de 2012 hasta el 24 de febrero de 2013

De martes a domingo de 11.00h a 20.00h

Cerrado los lunes no festivos

Precio: 5 euros

Mirador del CCCB (Montealegre, 5)

Todos tenemos una idea más o menos aproximada de lo que supuso para París el barrio de Montmatre o lo que significó la avenida Broadway de Nueva York. Pero ¿cuántos de nosotros sabemos lo que pasó en la Avenida del Paralelo de Barcelona a finales del siglo XIX y principios del XX?

La comparación no es exagerada, al menos, para Xavier Albertí y Eduard Molner, comisarios de una exposición que arranca este sábado en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y que rinde homenaje a esta avenida barcelonense.

Funciones de teatro, números de circo, conciertos, charlas y exposiciones de pintura consiguieron que aquella nueva vía urbana –inaugurada en 1894– se erigiera como escaparate de tolerancia de la época, rompiendo con la moral tradicional imperante.

“La exposición intenta explicar la transformación de la sociedad a través de las artes escénicas”, explica a RTVE.es Eduard Molner, que afirma también que en aquellos 40 años –desde 1894 hasta 1939– pasó prácticamente “de todo”.

Un inmenso laboratorio escénico

“Fue un inmenso laboratorio escénico, una verdadera industria del espectáculo. Y eso que no había subvenciones, es decir, que los espectáculos tenían que funcionar con la taquilla. Lo que no tenía público se retiraba en seguida de la cartelera. El público mandaba”, añade.

La Avinguda del Paral•lel se iba, por lo tanto, adaptando al público, que, a su vez, iba cambiado conforme pasaban los años. Aunque es precisamente en las personas que acudían a esta zona de Barcelona donde radica la diferencia con Montmatre o Broadway. “La diferencia entre París o Nueva York y Barcelona es que aquí el público era popular, no burgués”, aclara Molner.

Un fenómeno prácticamente desconocido

¿Y por qué sabemos tan poco de esta avenida que fue fruto del proyecto de ensanche de la ciudad de Barcelona? “Pues hay muchos motivos que explican el que no se haya conocido este fenómeno. Para empezar, la cultura catalana no vivía una situación de normalidad. A comienzos del siglo XX, el patrimonio cultural popular no se aceptaba, no se integraba, no se contemplaba como algo propio y que valiera la pena”, lamenta Molner. Y esto provoca, a su juicio, que a los catalanes de hoy en día “haya que explicarles quiénes son Joaquín Montero o Elena Jordi, sin duda grandes figuras de la escena popular”.

A partir de 1939 las cosas cambian. Una vez acabada la Guerra Civil española, “España quedó cerrada, las fronteras eran muy severas”, así que, mientras años atrás desde el Paral•lel se dialogaba con la escena internacional, a partir de ese momento empezó a ser imposible”. “Aun así, continuaron ocurriendo cosas, pero merecen otra exposición”, puntualiza Molner.

Este periodista aclara también que en el Paralelo se abrieron unas ventanas de tolerancia que no se abrieron en otras partes de la ciudad. “El Paralelo derivaba, en cierto modo, de la prostitución. De hecho, las canciones de cuplé eran provocativas y transgresoras. Así que se acabó imponiendo una moral propia. Allí el pecado no existía”, remarca.

El Paral·lel, 1894-1939 acoge todos los ámbitos en los que se desarrolló su historia como centro neurálgico del teatro de Barcelona, por lo que cuenta con diferentes áreas para abarcar un total de 14 tan variadas como Frontera, Fracàs urbanístic, Varietat de revistes y La mala vida a escena.

Cerca de 800 piezas dan forma a este viaje, entre las que hay fotografías, documentos, libros, folletos, revistas, programas, partituras, vestuario y objetos de todo tipo.