Las fuerzas de seguridad detectan un rebrote de la violencia callejera en el País Vasco
- Este fenómeno prácticamente había desaparecido desde 2011
- TVE ha tenido acceso a las imágenes de uno de los últimos ataques
Desde mediados de verano, las fuerzas de seguridad han detectado un rebrote de actos de violencia callejera en el País Vasco, sobre todo contra antenas de telecomunicaciones y contra bancos. Un fenómeno que prácticamente había desaparecido desde 2011. Televisión española ha tenido acceso a las imágenes de uno de los últimos ataques.
Dos menos cinco de la madrugada. Las cámaras de seguridad registran la llegada de dos personas. Uno sujeta una barra de hierro que no llega a utilizar. Al final, emplean una tarjeta de crédito para acceder al interior de la sucursal.
Ambos cubren sus rostros con prendas de ropa y tienen guantes de obra para no dejar huellas. Uno de ellos lleva una bolsa de plástico. De su interior saca una botella de líquido inflamable con el que rocía los cajeros automáticos. Repite la operación por segunda vez. Mientras, su cómplice que vigila nervioso desde la puerta saca un mechero. Han pasado veinte segundos.
Tras vaciar el contenido de las dos botellas, el encapuchado da el relevo a su compañero que hasta entonces ha permanecido en el exterior sujetando la puerta. Acerca el mechero a uno de los cajeros y prende fuego. Las llamas se extienden con rapidez por todo el local. Estas imágenes corresponden a un sabotaje cometido el pasado 25 de septiembre en Abadiño, Vizcaya.
Cinco días más tarde la Guardia Civil detenía a cuatros jóvenes cuando se disponían a atacar un repetidor de telefonía en Bilbao. Los arrestados quedaban en libertad bajo fianza.
En dos meses, cinco instalaciones de este tipo han sido saboteadas siguiendo un mismo modus operandi. La última, esta misma semana. Ubicadas en zonas aisladas, carecen de sistemas de video vigilancia y tienen fácil acceso.
Tras casi un año sin apenas actividad, desde el verano, las fuerzas de seguridad han detectado un rebrote de acciones asociadas al fenómeno de la violencia callejera. Los investigadores sospechan de la existencia de varios grupos organizados en Vizcaya.