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Adrià asegura que hasta 2004 no cobró "ni un duro" y no engañó a un exsocio

  • Miquel Horta vendió sus acciones de El Bulli al cocinero y a su socio Juli Soler
  • Los hijos de Horta denuncian que el precio de venta fue "irrisorio"

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Los herederos de Miquel Horta se han querellado contra Ferrian Adrià y Juli Soler

Ferran Adriá afirmó hoy que durante los primeros diez años de elBulli, hasta 2004, no cobró "ni un duro" ya que todo lo que ganaba era pagar las deudas del restaurante, por lo que niega haber engañado al que fuera su socio, Miguel Horta, como afirman sus hijos, que le reclaman más de 10 millones de euros.

Así lo ha señalado Adriá en la primera sesión del juicio que se ha iniciado hoy en el juzgado de primera instancia número 2 de Barcelona, donde ha defendido que compró sus acciones a Miquel Horta por 1,2 millones de euros para ayudarle, porque éste se lo pidió dado que necesitaba efectivo. Y ha explicado que el empresario entró en el negocio de "elBulli" a partir de un préstamo que concedió al restaurante y por el que cobró un interés del 11 %.

Los hijos de Horta, que hasta 2005 poseyó el 20% de "elBulli", han llevado a juicio a Adrià para reclamarle más de diez millones de euros por la compra de la parte del restaurante que perteneció a su padre, ocho veces más del precio pactado en su día.

Buscan la nulidad de la compraventa

Según aseguran, Adrià engañó a su padre, actualmente declarado incapacitado por trastorno psíquico, al comprarle su participación en elBulli a un precio ocho veces inferior al que correspondería, aprovechándose de su inestabilidad mental. Por ello han demandado a Ferran Adrià y a su socio en elBulli Juli Soler, que ha sido eximido de declarar por encontrarse incapacitado por una enfermedad.

El cocinero ha explicado que a partir de 2004 cobró un sueldo de 240.000 euros, en su opinión nada desorbitado teniendo en cuenta que había sido encumbrado como "mejor cocinero del mundo y trabajaba 365 días al año". Sobre la participación financiera de Horta ha señalado: "Él puso 47 millones de pesetas en 1994 como préstamo y cobró 200 millones en 2005, es una rentabilidad del 35 %". "Esto no es ser mecenas, a esto se le llama negocio", ha recalcado Adrià