Sicilia da la espalda a Berlusconi y hace historia al dar su confianza a un gay de izquierdas antimafia
- Rosario Crocetta, del Partido Democrático, se perfila como ganador
- El partido antisistema de Beppe Grillo se coloca como tercera fuerza
- Supone un varapalo para el PdL, que está dividido sobre su apoyo a Monti
El partido de Silvio Berlusconi ha perdido el gobierno de Sicilia, bastión histórico de la derecha, en beneficio de la izquierda, mientras el movimiento antisistema Cinco Estrellas del cómico Beppe Grillo ha conseguido unos resultados espectaculares, según los resultados parciales.
Con más de la mitad de los votos escrutados (1.119.508 sufragios sobre 2,2 millones de votos emitidos), el candidato del Partido Democrático, Rosario Crocetta, ha conseguido el 30,88% de los votos frente al 24,9% de Sebastiano Musumeci, candidato del Pueblo de la Libertad (PdL) de Berlusconi.
"Es la primera vez que un candidato de izquierdas es elegido presidente de la región y que lo hace un candidato antimafia. Me parece una auténtica cita con la historia, no solamente un resultado electoral", ha declarado a los medios de comunicación Crocetta.
El vencedor de los comicios tiene ciertamente un perfil atípico para la conservadora región del sur: homosexual declarado y antiguo alcalde de Gela, en la costa sur de Sicilia, este hombre de 61 años está a la vanguardia de la lucha contra la mafia, lo que hace que tenga que tener protección policial permanente. De hecho, es vicepresidente de la comisión especial antimafia de la Unión Europea.
Sorpresa relativa
Estos resultados son sorprendentes porque los sondeos realizados a comienzos de octubre predecían una victoria por la mínima del candidato del PdL frente al del Partido Democrático.
Pero la gran sorpresa ha sido el resultado del Movimiento Cinco Estrellas, que ha conseguido el 18,46% de los votos en buena medida gracias a la implicación personal de su fundador, Beppe Grillo, alborotador nacional con su lenguaje populista y provocador contra los partidos tradicionales.
El ex cómico ha puesto en marcha una campaña agresiva en los últimos 17 días, rodeado de multitudes en sus mítines en una isla al borde de la bancarrota y azotada por el desempleo juvenil, de más del 40%, los escándalos de corrupción y el peso de la mafia.
Esta elección regional adelantada se consideraba como un auténtico test nacional antes de las elecciones legislativas previstas para la primavera de 2013, a las que no se presentará ni Berlusconi ni el actual primer ministro, el tecnócrata Mario Monti.
En clave nacional
En concreto, la actuación del PdL era seguida de cerca tras la enésima vuelta de tuerca de Berlusconi el pasado fin de semana, que tras anunciar su retirada y ser condenado a cuatro años de prisión, anunciaba una nueva vuelta a la política entre duras críticas al primer ministro, al que apoya en el parlamento.
"En los próximos días decidiremos con las instancias dirigentes de mi partido si es preferible retirarle inmediatamente la confianza o que la conserve hasta la llegada de las elecciones previstas para primavera", decía el pasado sábado respecto al gobierno Monti.
Esta amenaza ha aumentado las divisiones en el seno del PdL entre los leales a Berlusconi y el ala más moderada y cercana a Monti, que busca un refundación del centro derecha.
"El gobierno Monti garantiza la crebilidad de Italia", ha declarado el antiguo ministro de Exteriores del Cavaliere, Franco Frattini, cabeza de este ala moderada, al Corriere della Sera.
El propio Monti ha rechazado el miedo a que su gobierno caiga antes de tiempo y ha subrayado que su intención es seguir trabajando hasta que finalice su mandato.
"Creo que lo mejor que podemos hacer es seguir trabajando con el horizonte temporal de primavera de 2013, como siempre ha sido nuestra intención", ha asegurado en una rueda de prensa en Madrid tras reunirse con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Desafección ciudadana
Además del resultado histórico, las elecciones de Sicilia han manifestado la desafección ciudadana, como una tasa de participación del 47%, solo 2,2 millones de los 4,5 millones de sicilianos llamados a las urnas.
En las pasadas elecciones regionales, celebradas en 2008, la participación fue casi veinte puntos superior, del 66,68%.
Estas elecciones anticipadas en Sicilia se convocaron por la dimisión el pasado verano de su gobernador, el derechista Raffaele Lombardo, por las acusaciones de clientelismo y colaboración con la mafia.