El tripartito del Gobierno griego no logra acordar los recortes debido a la reforma laboral
- El pacto debe estar listo para la vídeoconferencia del Eurogrupo del miércoles
- Técnicos de la UE estudian la petición griega de ampliar el plazo para cumplir
Como aperitivo a la semana crucial en la que debe allanarse el camino para la entrega de un nuevo tramo de ayuda financiera a Grecia, la coalición del Gobierno heleno ha fracasado en un nuevo intento de acordar el paquete de recortes exigido por la troika para desbloquear esa ayuda. El mayor obstáculo son las medidas de flexibilización laboral pedidas por la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central Europeo (BCE), y que el partido socialista (PASOK) y el Dimar (centroizquierda) se niegan a aprobar.
Durante la reunión este lunes del grupo de trabajo del Eurogrupo en Bruselas, el representante del Ejecutivo heleno intercambiará información con los socios comunitarios, en lugar de presentar el acuerdo definitivo como estaba previsto.
En este encuentro, los altos funcionarios y técnicos del Eurogrupo estudiarán la petición griega de contar con dos años más de plazo para realizar los ajustes presupuestarios. Según Atenas, la troika estaría dispuesta a conceder esa ampliación, a pesar de que se traduciría en un coste adicional que podría llegar hasta los 30.000 millones de euros.
En la noche del domingo, después de una reunión de tres horas con el primer ministro griego -el conservador Andonis Samaras- y otros miembros del Ejecutivo, el ministro de Finanzas heleno, Yannis Sturnaras, ha asegurado que continuarán negociando "hasta el último minuto el tema laboral", aunque ha reconocido que la troika no da su brazo a torcer en una serie de puntos que los socios progresistas del Gobierno exigen retirar.
Dimar, el socio menor de la coalición, reclama que las medidas de flexibilización laboral sean retiradas o pospuestas, o que -al menos- se desliguen de los recortes para que el partido pueda apoyar la política de ahorro y oponerse al mismo tiempo a la reforma del mercado de trabajo.
Además, Sturnaras ha informado de que la troika también se opone a que las privatizaciones previstas dentro de las reformas exigidas a Atenas tengan que pasar por el Parlamento, tal y como exige el PASOK, donde varios de sus diputados se oponen a que se realicen sin control parlamentario.
En este punto, Sturnaras ha coincidido con la troika al opinar que el hecho de que cada privatización importante deba ser aprobada por el Parlamento "dificulta la inversión extranjera".
Pacto contrarreloj
Pese a la acumulación de obstáculos, una fuente del Ministerio de Finanzas ha asegurado a Efe que el Gobierno "aún dispone de tiempo" para cerrar un acuerdo hasta la vídeoconferencia que está previsto que realicen los ministros de Economía y Finanzas del Eurogrupo este miércoles.
El primer ministro Samarás quiere iniciar la próxima semana la tramitación parlamentaria de las medidas de austeridad por valor de 13.500 millones de euros junto a la reforma laboral.
La idea es lograr su aprobación antes de la reunión del Eurogrupo del próximo 12 de noviembre, cuando Atenas pretende recibir la luz verde para la concesión del nuevo tramo de ayuda financiera por valor de 31.500 millones de euros.
En este sentido, el gobernador del Banco Nacional de Austria y miembro del Banco Central Europeo (BCE), Ewald Nowotny, ha pedido este domingo tomar una "decisión rápida" sobre Grecia, ya que en noviembre el país mediterráneo deberá hacer frente a una serie de pagos para los que no tiene fondos.
También se ha mostrado partidario de dar más tiempo a Grecia para aplicar las reformas y recortes que se le exigen, y ha advertido que el debate está entre alargar la ayuda o arriesgarse a una crisis mayor.