El Círculo de Bellas Artes muestra las ilustraciones de Francisco Bores para 'La siesta del fauno'
- Son 73 dibujos que se realizaron para un libro que no llegó a terminarse
- Los dibujos y pinturas presentados fueron realizados en 1943
- Se ha creado un espacio sonoro ad hoc y composiciones de Adolfo Nuñez
- Desde este martes hasta el20 de enero de 2013
El Circulo de Bellas Artes, la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes del Ministerio de Educación Cultura y Deporte y Acción Cultural Española AC/E, presentan la exposición Francisco Bores / Stéphane Mallarmé. La siesta del fauno, compuesta por setenta y tres dibujos seleccionados de entre los más de doscientos que Francisco Bores realizó cuando trabajó en la edición del famoso poema de Stéphane Mallarmé La siesta del fauno [L’Après-midi d’un faune],
Es el mismo poema que inspiraría a Claude Debussy para su famosísimo poema sinfónica Preludio a la siesta de un fauno.
El libro, programada por Tériade [Efstratios Elefteriades] en 1943 como una de las primeras entregas de sus «éditions de luxe», sería ilustrado con litografías originales y había de tener 84 páginas.
Quedó en un estado muy avanzado de realización, pero no llegó a completarse. Por razones que se desconocen, pero sin duda no ajenas a la guerra y la ocupación que Francia vivía en 1943, el proyecto quedó abandonado.
“el libro que ilustraría La siesta del fauno no llegó a completarse“
La exposición del CBA, comisariada por Javier Arnaldo, se nos ofrece como una reconstrucción de ese proyecto abandonado, de ese libro quo no llegó a ver la luz. Las obras de Bores constituyen un despliegue visual del poema, una restauración del poema de Mallarmé interpretado por un conjunto de dibujos que alcanza a recrear con maravilloso vitalismo la totalidad de las imágenes de La siesta del fauno.
La obra que presenta esta exposición, además de un hallazgo, es de interés indudable. La serie de dibujos es no sólo uno de los logros artísticos más desconocidos de la obra de Bores, sino obra literalmente inédita incluso para los conocedores del maestro.
El catálogo que se edita para completar la muestra supone una recreación impresa de ese libro que no llegó a existir, en la que los dibujos de Bores encuentran su expresión más propia; es decir, junto a los versos de Mallarmé y en secuencia completa.
Encontramos también en el mismo una traducción del poema al castellano, realizada para la ocasión por Antonio Gamoneda (Premio Cervantes 2006) y su hija, la escritora Amelia Gamoneda, así como un estudio a cargo del comisario sobre ese gran proyecto de edición y sobre los dibujos de la serie.
Lápices grasos, gouache, acuarela...
La recreación visual del poema la hizo Bores "con mucha libertad". El artista "dibujó muchísimo para crear la imaginería del libro" y lo hizo casi siempre sobre pliegos sueltos y color hueso, destacó el comisario, quien se refirió a la existencia también de un pequeño cuaderno de apuntes y borradores menores.
"Técnicamente no se puso limitaciones, de modo que al frecuente empleo de los lápices grasos se suma el uso del gouache, la acuarela, la tinta china, el lápiz grafito, los lápices de colores, el pastel, el óleo sobre papel tela y todo el repertorio de procedimientos que quiso tener a su disposición y mezclar a su arbitrio", según el comisario.
Arnaldo coincidió con el director del Círculo de Bellas Artes, Juan Barja, al destacar la importancia de la figura de Bores, artista fundamental al que hay que recuperar ya que tiene una enorme importancia en la historia del arte español y europeo. EFE
“el catálogo y la propia muestra son una recreación de aquel libro que no llegó a nacer“
Otra aportación destacable es el espacio sonoro creado expresamente para esta exposición, obra, al igual que la composición musical, de Adolfo Núñezs
Francisco Bores, un madrileño en París
Francisco Bores (1898-1972), pintor muy integrado hacia 1923 en su ciudad natal, Madrid, dentro del círculo de artistas y poetas afines al ultraísmo y la generación del 27, se trasladará en 1925 a París, ciudad en la que maduró rápidamente su trabajo y donde desarrolló la práctica totalidad de su obra.
Ya en 1927 conoció al crítico y editor Tériade, con quien mantendrá una estrecha amistad durante toda su vida. Los escritos críticos de Tériade dan expresión a la más alta admiración por la pintura de Bores. El maestro estuvo entre los colaboradores de Éditions Verve, la casa editorial de Tériade de la que salieron tantas publicaciones memorables.
El Círculo de Bellas Artes ya realizó en 2006 una exposición sobre otro importante proyecto de Verve, el libro de Le Corbusier que apareció en sus «éditions de luxe» en 1955: Poema del ángulo recto [Poème de l’angle droit].