Muere un tunecino en un asalto de radicales islámicos a un cuartel
- Un grupo de salafíes intentaba asaltar un cuartel de la Guardia Nacional
- Un puesto de bebidas alcohólicas clandestino, en el origen de los enfrentamientos
Al menos una persona ha muerto en Túnez y varias resultaron heridas en los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y un grupo de salafíes que intentaba asaltar un cuartel de la Guardia Nacional.
Según informaron varias radios locales, los choques estallaron cuando varias decenas de rigoristas islámicos de la línea salafí se encararon a los agentes que habían comenzado una redada en el barrio de Duar Hicher en la zona administrativa de la Manuba, a 24 kilómetros de la capital, en busca de los agresores de un oficial de la Guarda Nacional el domingo último.
El pasado día 26, el jefe de la brigada de seguridad pública de Manuba, Wisem Ben Eslimán, fue herido en la cabeza con un arma blanca cuando intentaba evitar el ataque de un grupo de extremistas religiosos de ese barrio contra un puesto de venta clandestina de bebidas alcohólicas.
Al parecer los salafíes que hoy intentaron incendiar el cuartel de la Guardia Nacional, llevaban refugiados desde el fin de semana en dos mezquitas de la zona.
Según las fuentes, los agentes emplearon munición real durante el asalto, en el que murió un supuesto salafí y tres policías resultaron heridos.
La agencia estatal tunecina, TAP, ha informado de la detención del supuesto agresor del oficial de la Guardia Nacional, un joven de 22 años.
Al parecer fue arrestado en la región fronteriza de Jenduba, cuando intentaba cruzar de manera ilegal a Argelia.
En los enfrentamientos del fin de semana, en los que resultó herido Ben Eslimán, un grupo de salafíes amputó cuatro dedos de una mano a un vendedor de bebidas alcohólicas.