Detienen en Arabia Saudí a un hombre acusado de torturar hasta la muerte a su hija de 5 años
- El hombre era conocido por aparecer en televisión
- Según la madre, el padre tenía "sospechas" sobre su comportamiento
- El 45% de los niños sufren maltrato en el país
Las autoridades saudíes han detenido y presentado ante la Fiscalía a un hombre acusado de torturar hasta la muerte a su hija de cinco años, un caso que ha sacudido las redes sociales en ese país de la Península Arábiga.
Según informó hoy el diario local Okath, que cita a activistas pro derechos humanos, el hombre, identificado como Faihan al Gameri, es un antiguo drogadicto que ganó relativa popularidad en este país al aparecer en programas de televisión para contar su historia de arrepentimiento.
De acuerdo con el periódico, la niña Lama, de cinco años, murió en el hospital a consecuencia de una hemorragia interna causada por una fractura de cráneo, y además presentaba lesiones en diferentes partes de su cuerpo, como resultado de los golpes de su padre, que llegó incluso a quemarla con una plancha.
La madre de Lama dijo que el padre maltrató durante ocho meses a la niña utilizando la plancha sobre su cuerpo, porque "tenía sospechas acerca del comportamiento de su hija".
Al Gameri ha sido presentado ante la Fiscalía, mientras el Departamento de Medicina Legal en Riad prepara un informe detallado sobre las causas de la muerte de la pequeña.
La muerte de la pequeña Lama ha desatado la ira en Arabia Saudí, tras la difusión de su historia a través de las redes sociales en internet.
Además, las organizaciones y asociaciones de derechos humanos elevaron el caso a las autoridades, tras recibir la denuncia presentada por la madre, quien acusó al padre de causar la muerte de la niña.
La violencia sobre la infancia es un problema de creciente preocupación en Arabia Saudí, según un estudio publicado en 2010 por el Ministerio de Asuntos Sociales de este país, donde el 45% de los niños son víctimas de algún tipo de violencia.
Tres de cada cuatro casos de malos tratos provienen de los propios progenitores.