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Cuba estudia el traslado a España del dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero

  • Está condenado a cuatro años de prisión por el accidente en el que murió Payá
  • La vuelta del dirigente del PP será "debidamente considerada", dice el canciller

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Cuba sopesa el traslado de Ángel Carromero a territorio español

La vuelta a España del dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero está ya sobre la agenda oficial del Gobierno cubano, aunque todavía no hay ningún tipo de fecha ni plazos.

La solicitud de repatriación del joven condenado a cuatro años de cárcel "será debidamente considerada". Tres palabras clave que Bruno Rodríguez Parrilla, el jefe de la diplomacia del Ejecutivo de La Habana, ha repetido durante todo el día y que ha subrayado en una entrevista concedida al Canal 24 Horas de Televisión Española poco antes de la inauguración de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz de este fin de semana.

Rodríguez ha explicado a TVE que anoche mantuvo una "productiva reunión" con su homólogo español, José Manuel García-Margallo, y en ella emergió el caso Carromero. Fue entonces cuando Cuba escuchó el requerimiento de que Carromero fuese trasladado a España "como parte del acuerdo bilateral de cooperación jurídica y traslado de sancionados".

¿Pero cuándo? "He recibido una solicitud en la noche de ayer y nuestro Gobierno la considerará detenidamente, según el respeto que sentimos por nuestra contraparte".

El canciller cubano ha añadido que el dirigente de NNGG se encuentra "bien" y que está siendo tratado por las autoridades caribeñas "con todas las consideraciones debidas" y con "pleno respeto" a su "integridad personal". Margallo ha coincidido: "La situación en que ha estado detenido ha sido francamente satisfactoria, desde el punto de vista humano".

Rodríguez: "Se encuentra bien y ha sido tratado con todas las consideraciones"

El propio Ejecutivo de Mariano Rajoy, ha reseñado Rodríguez, considera "impecable" el proceso judicial, que acabó con la condena al joven a cuatro años de cárcel el pasado 15 de octubre por un delito de homicidio imprudente tras un accidente de tráfico en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepera, cerca de la localidad de Bayamo.

Cuba muestra, por tanto, mano tendida. Pero no quiere dejar de denunciar el trasfondo "político" del caso. Rodríguez, de hecho, ha enfatizado que Carromero "no era un turista español" como las "decenas de miles" que visitan la isla cada año. Según la lectura de La Habana, el viaje del joven responsable del PP respondía a una "operación de naturaleza política destinada a cambiar el orden constitucional". "Ese tipo de incidentes está destinado a torpedear las relaciones bilaterales, no favorece el ambiente bilateral", ha insistido.

"Relación de gran profundidad"

La versión de Rodríguez sobre la extradición de Carromero resulta coincidente con la del Ejecutivo español. Margallo, en una entrevista esta mañana con la Cadena Ser, también reconocía que se había planteado una "petición formal" de repatriación a España: "El Gobierno cubano ha prometido que lo va a considerar".

El titular de Exteriores ha ensalzado la "cordialidad" con la que "siempre" han abordado este asunto los dos países, y que es ahora cuando tocaba poner en marcha toda la maquinaria diplomática, "una vez que la sentencia es firme", para lograr una de las tres salidas plausibles para el Ejecutivo de Mariano Rajoy: "Indulto, expulsión o cumplimiento de la pena". "Con cualquiera de las tres, se trata de que Carromero sea repatriado lo antes posible".

El Gobierno ha hecho llegar su "petición formal"

Tanto Margallo como Rodríguez se han aprestado a separar el caso Carromero de las relaciones bilaterales. El canciller cubano ha reconocido la "relación de gran profundidad" que existe entre los dos Estado, que "en modo alguno quedan sujeta a coyunturas política", y que de hecho La Habana ha "invitado" al Ejecutivo de Rajoy a continuar esa "tradición".

Interpretación "flexible" de la Posición Común

El próximo lunes los ministros de Exteriores de la UE analizarán en Bruselas la posibilidad de promover unas nuevas relaciones entre los Veintisiete y La Habana, que hoy se hallan regidas por la llamada Posición Común que auspició José María Aznar en 1996.

Margallo ha sostenido que todavía no se dan "las condiciones necesarias y suficientes" para cambiarla, aunque sí cabe "una interpretación flexible" que permita "llegar a un acuerdo de cooperación" con el Gobierno de Raúl Castro.

Margallo ve "signos de apertura" en el régimen de Raúl Castro

El jefe español de la diplomacia ha reconocido que las cosas no están hoy como lo estaban en 1996, ya que entonces Cuba era una "isla completamente aislada", mientras que en la actualidad cuenta con el apoyo de América Latina.

Una razón ineludible, ha añadido, para no hipotecar las relaciones con toda Hispanoamérica por las discrepancias con La Habana. "Advierto en el régimen cubano algunos signos de apertura, al menos en el tema económico", ha concluido Margallo.