El sistema financiero no bancario alcanzó 67 billones de dólares en 2011 en todo el mundo
- El Consejo de Estabilidad Financiera constata su crecimiento durante la crisis
- Esa llamada banca en la sombra agravó el estallido de la crisis de 2007
- Ese organismo también quiere reducir el papel de las agencias de calificación
El tamaño del sector de intermediación financiera no bancaria -es decir, los fondos de alto riesgo o hedge funds, las empresas privadas que operan en renta variable y otras compañías de inversión- alcanzó el año pasado los 67 billones de dólares (52,5 billones de euros) en todo el mundo, cinco billones más de los que se registraron al comienzo de la crisis en 2007, según los datos del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés).
Este organismo internacional -encargado de vigilar y regular el sistema financiero desde su creación en marzo de 2009- depende del G-20 y agrupa a las autoridades de vigilancia y supervisión financiera de 24 países (incluida España) y en la actualidad trata de unificar criterios y reforzar el control y la regulación de ese sector financiero, llamado también banca en la sombra. Según este mismo órgano, ese sector ha eludido hasta ahora las normativas impuestas al sistema bancario, pese a ser uno de los agravantes de la crisis que estalló hace cinco años.
Según las cifras publicadas por el FSB, la intermediación financiera no bancaria creció enormemente antes de la crisis, ya que pasó de suponer 26 billones de dólares de 2002 a 62 billones en 2007. Después del comienzo del crack, el desarrollo ha continuado -según el Consejo de Estabilidad Financiera- aunque lo ha hecho a menor velocidad.
Se ha reducido en EE.UU. y ha aumentado en la zona euro
Según esos informes, EE.UU. contaba en 2011 con el mayor sector de intermediación no bancaria (23 billones de dólares, 18 billones de euros), por delante de la zona euro (22 billones de dólares, 17,2 billones de euros) y Reino Unido (9 billones de dólares, 7 billones de euros).
Desde el comienzo de la crisis, la cuota de mercado de esas entidades no bancarias se ha reducido en el mercado financiero estadounidense, mientras que ha aumentado en la eurozona y en Reino Unido.
Además, este órgano advierte en sus análisis de que, sin un aumento de la vigilancia y la regulación de esa intermediación extrabancaria, "el endurecimiento de los requisitos de capital y liquidez marcado a los bancos" en el marco de la futura regulación de Basilea III "podría aumentar los incentivos para algunas actividades bancarias a moverse hacia el espacio financiero no bancario".
Para evitar esa posibilidad, el FSB recomienda aumentar la vigilancia y la regulación del sector, incluida una vigilancia "empotrada" que realice revisiones periódicas y pueda evolucionar en respuesta a los cambios en el mercado.
Reducir la dependencia de las agencias de calificación
Además, el FSB ha convocado este lunes una reunión de trabajo en Nueva York para abordar el papel de las agencias de calificación de riesgos y tratará de poner en marcha un proceso para reducir su peso en la toma de decisiones sobre inversión y operaciones en los mercados.
Este taller de trabajo analizará cómo reducir la dependencia actual de las calificaciones de las agencias internacionales -básicamente tres: Standard and Poor's, Moody's y Fitch-, tanto de los bancos como de las entidades no bancarias, especialmente en los casos de los fondos de pensiones, los inversores institucionales y las aseguradoras.
Según el mapa de ruta que el FSB propondrá en esa reunión, al final del año que viene debería proporcionarse a los países miembros una guía sobre los pasos que deberán seguir para desactivar esa dependencia, unas medidas que deberían estar aplicadas por completo dos años después, al final de 2015.