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El jefe de máquinas del 'Prestige' asegura que el petrolero funcionaba bien el día del accidente

  • "Todo estaba en orden", ha afirmado Nikolaos Argyropoulos durante el juicio
  • Se habrían podido trasvasar entre 2.500 y 3.000 toneladas de fuel por hora
  • El golpe de una "ola enorme" en el buque fue "extraordinario"
  • Nunca Máis protesta por el aplazamiento de la declaración de López Sors

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El jefe de máquinas del 'Prestige' dice que el petrolero funcionaba bien el día del accidente

El jefe de máquinas del Prestige, Nikolaos Argyropoulos, insiste en que la máquina del buque funcionaba "perfectamente" el día del accidente, el 13 de noviembre de 2002, frente a la tesis defendida por las acusaciones, y que también lo hacía cuando abandonó el barco. 

"Todo estaba en orden" cuando zarpó de San Petersburgo (Rusia) y aun después, ha sentenciado este miércoles a preguntas de la letrada del ex director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, sobre "deficiencias" en las calderas y en el sistema de calefacción. 

Por otra parte, ha cuantificado entre 2.500 y 3.000 las toneladas de fuel que se hubieran podido trasvasar en una hora si se hubiese llevado a cabo esta operación en el buque, que transportaba 77.000 toneladas de esta carga

En la segunda y última sesión de su interrogatorio, Argyropoulos ha manifestado también que el día del siniestro vio "una ola enorme" batir contra el barco "y llenar toda la cubierta con agua". "El golpe en el buque fue algo extraordinario", ha resumido el jefe de máquinas, para quien las condiciones eran "inhumanas" al describir los intentos de remolque del barco. 

También ha atribuido a su estado de shock el que ni él ni el capitán hubiesen hablado en el juzgado de Corcubión --donde prestaron declaración-- sobre esta ola, que ha calificado como "fenómeno extraordinario".

Dispositivos de seguridad

Como hizo este martes ante la Fiscalía, ha recalcado que todos los dispositivos de seguridad de la máquina "funcionaban". No obstante, ha dicho que no recordaba por qué en una documentación se hacía constar que el motor carecía de ellos. 

Sin embargo, ha negado que esto afectase a "a la seguridad o al funcionamiento". Lo mismo ha dicho al confirmar la existencia de una avería en una de las calderas. "Podíamos aislarla y trabajar con la otra", ha indicado Argyropoulos.

Dice que no había malas condiciones de las calderas cuando él embarcó en 2002

A preguntas de la letrada de López Sors sobre incidencias en el buque que describe, en agosto, el anterior capitán, entre ellas "las malas condiciones de las calderas", el jefe de máquinas ha asegurado que "nada estaba así" cuando él embarcó en septiembre de 2002 y que hubo antes trabajos de reparación. Ha rechazado un escrito que figura en el sumario en el que el anterior  capitán notificaba a la armadora una serie de irregularidades en el  barco, y ha afirmado que se trataban de averías "normales" que son  habituales y que están previstas por los servicios de mantenimiento.

Sobre los sistemas de calefacción, ha considerado "normal" por la temperatura de la carga (120 grados) que, de los 72 serpentines, 43 estuviesen inutilizados y ha precisado que esto no afectaba a un posible trasvase.

El acusado sostiene que colaboró cuanto pudo con las autoridades

Argyropoulos, uno de los cuatro acusados por la catástrofe  medioambiental, comenzó ayer martes su declaración ante el tribunal que juzga  los daños por la marea negra respondiendo a preguntas del fiscal  especial de Medio Ambiente de Galicia, Álvaro García Ortiz. No  obstante, la Fiscalía no acusa a este tripulante del Prestige, que se  enfrenta a una pena de siete años de prisión solicitada por las  acusaciones particulares que representan a los perjudicados por el  vertido.

El jefe de máquinas también ha declarado ante el tribunal que  permaneció en el barco durante los primeros días de la crisis para  "ayudar" y ha afirmado que hizo "de todo" para tratar de poner la nave a  salvo, colaborando en todo momento con las autoridades españolas.

Petición de cinco años de cárcel

El tribunal que enjuicia la catástrofe del Prestige ha decidido posponer hasta mañana jueves la declaración de otro de los acusados, López Sors, a petición su  letrada, la abogada del Estado Consuelo Castro. El ex director general de la Marina Mercante se enfrenta a una  petición de hasta cinco años de prisión  y multas por delitos contra  los recursos naturales, el medio ambiente y   daños, que solicitan,  entre otros, Nunca Máis, Izquierda Unida, Mare  Shipping, cofradías y  Arco Iris.

Tras concluir antes de lo previsto este miércoles la declaración  de Argyropoulos, la letrada del Estado ha  pedido que se mantuviera la fecha fijada inicialmente para la  declaración de López Sors, prevista para el próximo martes, día 27. Para ello, ha alegado la necesidad de evaluar las pruebas  periciales presentadas por algunas de las partes personadas y  admitidas por el tribunal, durante las cuestiones procesales previas  en el inicio del juicio, el pasado 16 de octubre.

La abogada del ex director de la Marina Mercante quería más tiempo para evaluar pruebas

Así, ha argumentado que en estas pruebas, entre ellas las  aportadas por Mare Shipping, se cuestionan "decisiones" adoptadas por  la Administración española en relación con la catástrofe. Por ello, ha pedido tiempo para que el acusado "conozca las  pruebas" ante la disposición del tribunal a proseguir la vista con el  testimonio de López Sors.

Algunos abogados, como el de Nunca Máis, se han opuesto a esta  petición alegado que se trataba de una "táctica" y de una "dilación  indebida". También lo ha hecho el letrado de la propietaria del Prestige, la naviera Mare Shipping. Por el contrario, la Fiscalía y  otros abogados han mostrado su conformidad con la petición.

Tras un receso de 15 minutos, el tribunal ha aceptado que el  juicio prosiga el jueves. La abogada de López Sors ha avanzado que su  cliente solo contestará a la Fiscalía, la Abogacía del Estado, la  Xunta, Nunca Máis y Arco Iris, además de las defensas.

"Impunidad nunca más"

La decisión de posponer hasta mañana la declaración de López Sors ha provocado que una treintena de miembros de Nunca Máis haya protestado durante el juicio, ya que preveía que hablase hoy mismo al terminar antes de tiempo el interrogatorio del jefe de máquinas del Prestige.

Los miembros de Nunca Máis posaron con las camisetas negras que llevaban

Los integrantes de Nunca Máis, que querían expresar su protesta  coincidiendo con la declaración de López Sors, optaron por posar ante  los medios de comunicación con las camisetas negras que llevaban. En concreto, lo hicieron a la salida de la sala y en el propio  recinto ferial ExpoCoruña, ante la mirada de un grupo de policías  nacionales que no llegaron a intervenir. En sus camisetas, los  participantes en la protesta llevaban escrito "Na Galiza. Impunidade  Nunca Máis", un lema que han coreado también.

Su portavoz, Xaquín Rubido, ha reivindicado la protesta como un  acto "pacífico", de demostración de "desobediencia civil",  coincidiendo con el décimo aniversario de la catástrofe y la  manifestación celebrada en Santiago de Compostela en diciembre de  2002. Sobre el juicio, ha señalado que busca "un cabeza de turco para  encubrir la verdad" y ha calificado como "responsables" del siniestro  al "gabinete de crisis" creado tras el accidente "y el Gobierno de  [José María] Aznar", ha apostillado.

La mayor pena se pide para el capitán, Apostolos Mangouras

También ha criticado al tribunal por "impedir reiteradamente"  expresarse en gallego, al tiempo que ha denunciado "la falta de  criterio de este tribunal y su parcialidad", ha sentenciado.

Además de Argyropoulos y López Sors, está acusado en esta causa el  capitán del PrestigeApostolos Mangouras, para el que se piden una pena  de 12 años de prisión, la mayor de las solicitadas.

En el  macrojuicio por los daños causados por el vertido de más de 66.000  toneladas de fuel pesado por el hundimiento del Prestige, que dadas sus  dimensiones se celebra en Expocoruña, un recinto multiusos, el  Ministerio Fiscal reclama por la marea negra indemnizaciones por los  daños causados que suman 4.442 millones de euros.