Los rebeldes congoleños se hacen fuertes en Goma y amenazan al resto del país
- Tras varios días de combates el Ejército se ha replegado "estratégicamente"
- El grupo rebelde M23 se sublevó el pasado abril al negarse a perder poder
- El Congo y la ONU acusan a Ruanda y Uganda de estar tras estos rebeldes
- El país sufre de una frágil paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003)
El grupo rebelde M23 se han hecho fuertes en la ciudad de Goma, donde cientos de policías y soldados han entregado sus armas, y han amenazado con extender la ofensiva al resto de la República Democrática del Congo y alcanzar Kinshasa.
Los soldados y policías de la RDC que han quedado en la ciudad oriental de Goma -tras su captura, el pasado lunes, por los combatientes de Movimiento M23- se han integrado este miércoles en el grupo insurgente.
Fuentes civiles en Goma han informado a Efe por teléfono de que 398 soldados y 232 policías han depuesto las armas y se han unido al M23, en un multitudinario acto celebrado en el estadio de la ciudad, capital de la provincia de Kivu del Norte y fronteriza con Ruanda.
Así, los desertores han cumplido el llamamiento realizado por los insurrectos, que pidieron a todos los efectivos de las fuerzas de seguridad congoleñas en la urbe que se desarmasen y se unieran a ellos en lo que consideraron "la nueva misión para salvar el país". Además, los amotinados del M23 liberaron a todos los presos de la ciudad, a quienes incorporaron a sus filas.
"Ya basta con las autoridades de Kinshasa. No les queremos", ha gritado un alto cargo del M23 durante la operación de alistamiento de los nuevos soldados, que se han sumado a los 2.000 efectivos con que ya contaban los rebeldes antes de esos reclutamientos.
Según fuentes de la insurgencia, los rebeldes tienen previsto establecer mañana, jueves, un Gobierno que administrará esa región, tras la huida de las autoridades locales.
El gobernador de la provincia de Kivu del Norte, Julien Paluku, ha tenido que refugiarse en el cuartel general de la misión congoleña de la Naciones Unidas en esta ciudad (MONUSCO).
"Se puede ver a los rebeldes en las principales calles de la ciudad a bordo de todoterrenos, que son observados por la población de Goma con reticencia", ha señalado a Efe el periodista independiente Dacruz Rugeri desde Kinshasa.
Horas después del control de la capital del Norte Kivu, el jefe del Ejército Revolucionario Congoleño (ARC) –más conocido como grupo rebelde M23- recorrió las principales calles de Goma protegido por sus escoltas.
El Ejército se repliega
Un habitante bajo condición de anonimato ha asegurado que "la ciudad está prácticamente vacía, no se ve actividad. Los soldados de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) y los policías se dieron a la fuga y dejaron la zona libre a los rebeldes del M23, que iban vestidos del uniforme del Ejército ruandés”. Hay que recordar que un informe de Naciones Unidas acusa a Ruanda y Uganda de apoyar a los rebeldes del M23, algo que estos niegan.
Por su parte el portavoz del Gobierno congoleño, Lambert Mende, asegura que se trata de un repliegue estratégico y que el Ejército no se da por vencido.
"Lucharemos –ha aseverado- hasta derramar la última gota de sangre".
También el presidente de la RDC, Joseph Kabila, ha apelado a la movilización de “todas las personas e instituciones para defender la soberanía” del país contra la agresión de Ruanda y Uganda, informa France Presse.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado por unanimidad una resolución de condena que exige "la retirada inmediata de los rebeldes del M23", a cuyos miembros se insta a "disolverse y deponer las armas", informa Reuters.
El M23 y su negativa a perder poder
El grupo rebelde que ha tomado este martes Goma está formado por soldados congoleños amotinados y fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y contra la humanidad.
El pasado abril, este grupo de rebeldes se sublevó ante la reordenación de las regiones por el Ejecutivo de Kinshasa que supone perder parte de su poder en la zona.
Reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno pero éste se niega a negociar con lo que llaman “fuerzas ficticias establecidas por Ruanda para ocultar sus actividades delictivas en la República Democrática del Congo”, informa Afp.
El Congo está inmerso todavía en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), en la que varios países africanos se disputaron la riqueza de sus recursos minerales (oro, coltán, casiterita) y agrícolas. Naciones Unidas mantiene allí su mayor misión de paz, la MONUSCO. Solo en la provincia de Kivu del Norte hay 6.700 cascos azules desplegados.