Carlos de Inglaterra reconoce que se le acaba el tiempo para reinar: "Voy a estirar la pata"
- Así lo confiesa, entre bromas, en un acto oficial difundido por Clarence House
- Es el heredero que más tiempo lleva esperando para acceder al trono británico
"¿Impaciente, yo? ¡pero qué cosas dices! Por supuesto que lo estoy" (...) "Pronto se me acabará el tiempo. Como me descuide, voy a estirar la pata". En tono de broma, el príncipe Carlos de Inglaterra ha vuelto a revivir con estas declaraciones sobre la restauración de una casa el debate de la sucesión al trono británico.
Estas palabras son una reflexión en voz alta que, más allá de la ironía, dejan entrever la preocupación de Carlos por coger el bastón de su madre, la reina Isabel II, que a sus 86 años se encuentra en perfecto estado de salud y no parece tener intención de "jubilarse".
La confesión la realizó la pasada semana durante una visita a Dumfries House, una de las casas señoriales que conserva parte del patrimonio británico. Y el vídeo está colgado en la página web de Clarence House, la casa del príncipe de Gales y su esposa Camila.
Carlos, de 64 años, se considera más que preparado para suceder a su madre. En 2008, se convirtió en el heredero que más tiempo lleva esperando para accedr al trono británico, batiendo el récord incluso que ostentaba Eduardo VII. Tiene motivos para la impaciencia proveniendo de una familia tan longeva. La reina madre murió con 101 años.
Funcionarios de la casa real británica aseguran que el príncipe de Gales se encuentra satisfechos con su papel actual de "heredero aparente", ayudando a la reina y participando activamente en numerosos proyectos solidarios y medioambientales, según informa la corresponsal monárquica del diario Daily Telegraph, Roya Nikkhah. Otros, sin embargo, afirman que se siente frustrado por que su reinado aún no haya comenzado.
Las sombras de la sucesión
Carlos de Inglaterra ya ha dado muestras de esa impaciencia en otras ocasiones. En 1992, en el 40º aniversario de la reina al trono, asistió al funeral de su suegro, el Conde Spencer, donde se le atribuye haberle comentado a Charles Spencer, su entonces cuñado: "Tú eres bastante afortunado por haber heredado el título cuando aún eres joven".
En 2004, en una conversación con miembros de la guardia real en los barracones Wellington con motivo de su 56º cumpleaños, Carlos les espetó: "Estoy ahora en la edad a la que mi abuelo murió".
Su biógrafo, Penny Junor, opina que él ahora está "impaciente", pero cuando se convierta en rey echará de menos todas las actividades y proyectos que ahora le divierten. "Ha pasado una gran cantidad de tiempo buscando su papel, pero creo que es ahora siente realizado persiguiendo diversos intereses".
Las palabras del príncipe llegan, además, en un momento en el que su hijo Guillermo y su nuera Kate gozan de una gran popularidad entre la opinión pública británica. En una encuesta que Ipsos Mori realizó a principios de este mes, el duque de Cambridge fue elegido como el miembro más popular de la familia real con un índice de aprobación del 62%, mientras que la de Carlos se quedó en un 21%.
De hecho, sobre su ascenso al trono no solo planea la sombra de su madre sino también la de su hijo, aclamado durante los festejos de su boda real como el heredero al trono. No el heredero del heredero. Sobre todo por los monárquicos más partidarios de la princesa Diana de Gales y de su impronta en la casa real británica.