Fillon lleva al juzgado su disputa con Copé para liderar la derecha francesa
- Ha fracasado la mediación entre ambos del exprimer ministro Alain Juppé
- Juppé considera responsable del "fracaso" en la búsqueda de un consenso a Copé
François Fillon llevará ante la justicia su disputa con Jean-François Copé por la presidencia del primer partido de la oposición francesa, la UMP, tras el fracaso de la mediación entre ambos del exprimer ministro Alain Juppé.
Fillon, jefe del Ejecutivo conservador durante el mandato del expresidente Nicolas Sarkozy, apuntó como el único responsable del "fracaso" en la búsqueda de un consenso a Copé, proclamado vencedor de unas elecciones en las que ambos se acusan mutuamente de fraude para liderar la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
"Recurriré a la justicia para restablecer la verdad de los resultados y devolverle la voz a los militantes", lanzó Fillon en un comunicado difundido poco después de reunirse con Juppé y Copé en privado en la Asamblea Nacional.
En esa nota, Fillon acusó a Copé de no aceptar las condiciones sugeridas por el designado hombre de paz y de "hundir" al principal partido de la oposición.
Minutos antes, Copé explicaba a los medios que el encuentro mantenido con su contrincante y Juppé había sido "extremadamente cordial" entre miembros de "una misma familia política", pero que había decidido esperar a que la comisión de recursos del partido proclamase el nombre del vencedor.
Fillon, posicionado más al centro, desconfía de esa comisión de recurso, después de que Jean-François Copé, con un discurso más a la derecha, haya pasado los dos últimos años como responsable interino de la UMP, en el puesto de secretario general.
98 papeletas, centro de la disputa
Esto es porque tras las elecciones, la comisión electoral del aparato del partido, la COCOE, validó inicialmente la victoria de Copé por 98 papeletas sobre cerca de 175.000 votos y después reconoció que había olvidado contar más de un millar de sufragios llegados de tres departamentos franceses de ultramar.
Durante el día de hoy, y a pesar de que dos "fillonistas" la han abandonado con un portazo, la comisión de recursos del partido ha continuado analizando el escrutinio, en el que desde el campo de Copé también se han denunciado irregularidades, en concreto en la agrupación de Niza, localidad del sureste francés dominada por Fillon.
Ese órgano interno sólo interrumpió su trabajo durante una hora, para dejar espacio a la reunión en la que Juppé solo tardó 45 minutos en tirar la toalla para fijar las condiciones de partida para atajar lo que en Francia califican como el "psicodrama" de la derecha.
El negociador, que ya había avanzado por la mañana que tenía "muy pocas opciones" de éxito para acercar a los dos postulantes a presidir la UMP, señaló en un comunicado que daba por terminada su labor porque "no se reúnen las condiciones" para encontrar un consenso.
"Si no aceptan, me retiro. No es un drama, se las arreglarán", declaraba Juppé en la emisora "Europe 1" antes de la reunión.
Con el fracaso de la mediación del considerado como la voz autorizada para mediar entre Fillon y Copé se dibuja el peor escenario para los conservadores, que no logran cerrar una crisis que amenaza la existencia misma del partido.
El exministro Jean-Louis Borló buscó hoy capitalizar el descontento de los simpatizantes de la UMP y situó a la recién creada Unión de Demócratas e Independientes (UDI) que lidera como el "futuro" del centro-derecha, en declaraciones a "Le Journal du Dimanche".
Sarkozy podría volver a liderar el partido
Ante el seísmo entre las filas conservadoras, cada vez más miradas se vuelven hacia Sarkozy, retirado de la política desde su derrota electoral frente al socialista François Hollande en las últimas elecciones presidenciales francesas, hace seis meses.
El exjefe del Estado y último presidente de la UMP salió hoy por primera vez del silencio desde el estallido de la polémica en el aparato de su partido.
Su entorno filtró a la prensa que Sarkozy había hablado por teléfono con Juppé desde Shanghai -donde daba una conferencia- para trasladarle su apoyo "a toda iniciativa que pudiera arreglar la situación".
Según un sondeo publicado esta semana por la televisión "iTéle", el 73 por ciento de los franceses apoya el retorno a la vida política francesa de Sarkozy, quien mañana aterriza en París.