UBS, multado con 37 millones por la mala supervisión que permitió el fraude de un operador
El Consejo de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés) ha multado al banco suizo UBS con 29,7 millones de libras (unos 37 millones de euros) por los fallos de supervisión que permitieron a su agente financiero Kweku Adoboli defraudar 1.800 millones de euros a la entidad. La semana pasada, este operador fue condenado por ese delito a siete años de prisión por un tribunal británico.
En un comunicado divulgado este lunes de forma conjunta por la FSA -regulador del sector financiero en Reino Unido- y la Finma -su homólogo suizo- han indicado que la sanción a la entidad penaliza los fallos en el "sistema y control" que permitieron al agente hacer transacciones en Londres que iban más allá de los límites que tebía autorizados.
El banco suizo, el mayor de su país, ha emitido un comunicado en el que admite la multa y recuerda su cooperación desde el inicio de las investigaciones de los reguladores, una cooperación que ha reducido un 30% la sanción económica impuesta.
Controles "seriamente defectuosos"
La directora de delito financiero de la FSA, Tracey McDermott, ha explicado que los controles internos en la sede londinense de la institución bancaria suiza fueron "seriamente defectuosos". "Como resultado de esto -ha añadido-, se permitió que Adoboli, un operador relativamente júnior, asumiera posiciones de mercado amplias y de riesgo, y el UBS no consiguió controlar los riesgos adecuadamente".
La directora del área de delito financiero de la FSA ha resaltado que la experiencia ha demostrado que la falta de control del riesgo puede llevar al fracaso de las empresas y a un "daño sistémico".
"El UBS fracasó en tener un cuidado razonable para organizar y controlar sus asuntos de forma responsable y efectiva, con sistemas adecuados de control del riesgo. Y fracasó en realizar sus negocios desde su sede de Londres con la debida competencia, atención y diligencia", agrega el comunicado de la FSA y la Finma.
Adoboli, de origen ghanés, ha sido condenado por realizar operaciones no autorizadas cuando trabajaba en la división europea de gestión de capitales del banco suizo en Londres, entre octubre de 2008 y septiembre de 2011. El agente bursátil fue detenido el 15 de septiembre de 2011 y, tras nueve meses en prisión, recibió la libertad condicional bajo fianza.
Fue el propio UBS -que acusó a Adoboli de aprovecharse de su posición para obtener ganancias personales-, el que reveló la existencia de operaciones no autorizadas que acarrearon pérdidas para esa entidad cercanas a los 1.800 millones de euros.
Según el banco, el fraude se produjo porque el operador de mercados creaba presuntamente datos ficticios para camuflar los riesgos que asumía. Adoboli ha alegado en todo momento que sufría presiones por parte de sus superiores para asumir esos riesgos.