Un juez cierra la siderurgia más grande de Italia por su elevada contaminación
- La acería emplea a 5.000 personas en la ciudad de Taranto, y a 25.000 en toda Italia
- Varios directivos de la empresa, detenidos por delitos de contaminación
- La tasa de mortalidad de los hombres de la zona es un 14% superior a la media del país
La incredulidad ha invadido la ciudad italiana de Taranto, después de que se haya anunciado el cierre repentino de la siderurgia ILVA, la más grande de Italia.
En la tarde del lunes, la empresa envió a casa a los 5.000 empleados de la planta, después de que fueran detenidos varios de sus directivos por asociación para delinquir, delito de contaminación y concusión. El juez se ha incautado de la producción y del área de frío de la acería.
El fallo judicial que decretaba este cierre se dictó el pasado verano, después de una investigación del juez que estudió la relación entre el aumento de ciertos tumores en la zona y la contaminación de la siderurgia. Pese al dictamen judicial, la empresa ha seguido funcionando mientras directivos, trabajadores e instituciones trataban de solucionar el problema de los vertidos contaminantes a la atmósfera.
Además de los 5.000 trabajadores de la planta de la ciudad del sur de Italia -situada en el tacón de la bota y con una población de 200.000 habitantes-, ILVA genera un total de 25.000 empleos directos e indirectos en toda Italia.
Más casos de cáncer y más mortalidad en los bebés
Los riesgos ambientales son grandes, pero el cierre puede tener efectos devastadores, ha advertido el ministro de Medio Ambiente, Corrado Clini.
La tasa de mortalidad en los hombres de la zona es un 14% superior a la media de Italia. En las mujeres llega al 8% más. Algunos tipos de cáncer cuadruplican su incidencia en los alrededores de Taranto. La muerte de neonatos supera en un 20% la media italiana. El 99% de las emisiones registradas en la ciudad las produce esta factoría.
En 2011, la empesa ILVA facturó 10.000 millones de euros al producir 16.000 toneladas de acero, la mitad de ellas, salieron de la planta cerrada en Taranto.
Para protestar por esta decisión, los trabajadores de la empresa del resto de Italia realizan un paro este martes, mientras que el primer ministro italiano, Mario Monti, ha citado a todas las partes el próximo jueves en Roma para tratar de hallar una solución.