Mas culpa al Gobierno de imponerle ajustes que "afectan con gravedad" al Estado del bienestar
- Se ha quejado del reparto de los objetivos de déficit por parte del Ejecutivo
- A su juicio, las autonomías deberían disponer "de una tercera parte" del déficit
- Mas reclama que se fije en el 2,1%, frente al 1,5 % establecido para 2012
El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha acusado al Gobierno central de imponerle unos ajustes que "afectan con gravedad" a la esencia del Estado del bienestar y no ha garantizado que Cataluña cumpla con el déficit público fijado para 2012 y para 2013.
Mas ha aprovechado una comparecencia ante la Diputación Permanente del Parlamento catalán sobre el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para quejarse por el reparto de los objetivos de déficit fijados por el Gobierno central y para proponer al resto de partidos un frente común contra esa decisión "unilateral".
El Ejecutivo ha fijado este año en el 1,5 % del PIB el déficit para las autonomías y en el 0,7 % para 2013, unos límites que han llevado a Mas a acusar al Gobierno de actuar de forma "desleal e injusta" y de someter a las comunidades a la "asfixia" financiera mientras monopoliza el margen extra que le ha dado la Unión Europea.
En referencia a 2013, ha asegurado que cumplir con ese grado de déficit (0,7 %) amenazaría con afectar gravemente el Estado del bienestar y ha insistido en que la política de ajustes "no tiene un buen final".
Por ello, ha animado al resto de partidos a exhibir una "voz unitaria" frente al Gobierno para exigir, como mínimo, un reparto "leal y justo" del déficit.
En este punto, ha precisado que lo justo sería que las comunidades tuvieran autorizado un déficit público equivalente a un tercio del permitido al conjunto del Estado (2,1 % del PIB en 2012, frente al 1,5 % actual).
No asegura el cumplimiento del déficit
Respecto al desajuste entre gastos e ingresos para 2012 marcado por el Gobierno, tampoco ha garantizado poder cumplirlo y se ha limitado a subrayar el "esfuerzo" hecho por el Govern que dirige para reducir el gasto sin alterar los pilares del Estado del bienestar.
Por otra parte, Mas ha subrayado que Cataluña tiene como único recurso acudir al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) o, si no, se enfrenta a la "autoliquidación".
El Gobierno catalán ha pedido prestados al FLA 5.370 millones de euros este año, de los que ya ha recibido el 89,9 %, y Mas ha dado por hecho que el año que viene también tendrá que recurrir a ese fondo.
“O acudimos al fondo o vamos a la autoliquidación“
"Las consecuencias políticas de apuntarse al FLA son mucho menores que las de no apuntarse, porque o acudimos al fondo o vamos a la autoliquidación", ha concluido Mas.
El presidente en funciones ha admitido la "necesidad" del Gobierno catalán de acudir a este fondo, pero ha incidido en el "derecho" de Cataluña a disponer de estos recursos, que no son "un regalo" ni una "dádiva", ha recordado.
Los partidos de la oposición forzaron la comparecencia de Mas por su decisión de acogerse al FLA antes de las elecciones del 25N, pero la sesión ha evidenciado el nuevo escenario político surgido de los comicios.
La líder del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, que permitió con su abstención que salieran adelante los dos últimos presupuestos de la Generalitat, ha intercambiado duros reproches con Mas, mientras que el presidente del grupo de ERC, Joan Puigcercós, ha adoptado un rol comprensivo con el presidente en funciones.
Salvo ERC, toda la oposición ha recriminado a Mas su falta de autocrítica y que culpe sólo al Estado de la situación financiera de Cataluña, olvidándose de que CiU votó la Ley de Estabilidad, un reproche que le ha hecho tanto la portavoz socialista en materia económica, Rocío Martínez-Sampere, como el presidente del grupo de ICV-EUiA, Joan Herrera.